La decisión sobre la posible libertad anticipada de Javier Duarte de Ochoa volvió a posponerse. Será hasta mañana cuando la jueza Ángela Zamorano Herrera, durante una cuarta audiencia en el Reclusorio Norte, determine si el exgobernador de Veracruz puede obtener el beneficio, luego de que su defensa afirmara que ya cumplió 95% de la condena de nueve años impuesta por asociación delictuosa y lavado de dinero.

En la audiencia, Duarte negó haber interpuesto una denuncia contra Tarek Abdalá, exsecretario de Finanzas durante su administración. Señaló que el documento atribuido a él carece de su firma auténtica y sostuvo que cualquiera pudo haber presentado ese escrito.
También rechazó haber publicado mensajes en Twitter —hoy X— desde su reclusión, pues afirmó no tener cuenta en esa red social. De manera irónica, expresó que, si se tomara como cierto ese tipo de textos, “la misma leyenda podría decir que lo dicté al presidente Donald Trump”.

El exmandatario descartó igualmente haber tenido acceso a dispositivos electrónicos dentro del penal. En respuesta a las declaraciones de un testigo que aseguró que en su celda fueron encontrados un módem de banda ancha, alcohol sólido y memorias USB, el ex gobernador insistió en que en ocho años de reclusión nunca ha tenido un teléfono celular y que terceros pudieron haber aprovechado su nombre para abrir perfiles o difundir mensajes.
Sobre señalamientos del fiscal Manuel Granados, quien lo responsabiliza del presunto robo de 60 mil millones de pesos, Duarte afirmó que esa acusación carece de sustento. Sostuvo que no existe imputación alguna relacionada con el desvío de dinero y pidió no dar por válidas declaraciones que no están respaldadas por pruebas.

La resolución judicial se conocerá mañana. Hasta entonces, Duarte permanecerá bajo resguardo en el Reclusorio Preventivo Varonil Norte mientras continúa el análisis de su solicitud.


