Por: Zazil Carreras
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Ante el incremento de la violencia ocasionada por grupos de delincuencia organizada, diversas agrupaciones locales han conformado policías comunitarias o grupos de autodefensa en 8 entidades de México.
Guerrero es la entidad que tiene más grupos de civiles armados, de acuerdo con información publicada por El Universal, AristeguiOnline y Reforma, estado que alberga 20 de los 36 grupos de autodefensa en el país.
El 6 de febrero de este año, el titular de la Secretaría de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, se reunió a puerta cerrada con el gobernador de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre Rivero, y con integrantes los llamados grupos de autodefensa que se han organizado en esa entidad.
En su cuenta en Twitter, @osoriochong, el funcionario federal escribió: “Con el gobernador @angelaguirregro y Bruno Plácido, dirigente de la UPOEG, logramos acuerdos para restablecer el orden” en las comunidades de Guerrero donde se han formado grupos de autodefensa”.
Sin embargo, el pasado 18 de febrero, las comunidades de El Troncón, Zacatzonapa, Tecoltzintla y El Potrero, pertenecientes a Tixtla, Guerrero, se declararon en “autodefensa” contra la delincuencia común y organizada. Con estas cuatro suman ya siete las localidades de Tixtla que toman las armas para defenderse.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) también ha manifestado su postura en torno a los grupos de autodefensa.
“Este Organismo autónomo expresa su preocupación por la existencia de grupos armados con intereses distintos a la autoprotección, que quebranten la estabilidad de las instituciones, debido a que existe una línea muy tenue entre estas organizaciones de autodefensa y los grupos paramilitares” señaló la CNDH en un comunicado.
Si bien la CNDH reprueba la creación de estos grupos armados, hace responsable al Estado por la creación de los mismos, ya que han sido omisos los tres niveles de gobierno en la responsabilidad de garantizar integridad física y patrimonial a la población.
La CNDH urgió a las autoridades a brindar seguridad pública, ante el riesgo de que grupos de autodefensa se extiendan por el país y asuman atribuciones exclusivas de legisladores, jueces y Ministerio Público.
Gavin Strong, analista global especializado en México, de la consultora de riesgo Control Risks, la cual señaló en su reporte Risk Map 2013 que México es el segundo lugar mundial en secuestros, también menciona que aunque Peña Nieto ya ha implementado cambios institucionales en materia de seguridad, en realidad su política anticrimen “no representa un cambio dramático en el corto plazo, con respecto a lo realizado por Calderón.”
Por ejemplo -recordó Gavin Strong-, Peña apoyó el despliegue de personal militar en apoyo de la seguridad hasta que constituyera la corporación propuesta con el nombre de gendarmería, siendo que esto fue el pilar de la estrategia anterior.
El día de ayer los coordinadores parlamentarios del PRI, PAN y PRD en el Senado de la República pidieron a las autoridades atender el surgimiento de estos grupos de autodefensa y manifestaron su preocupación por el tema.
“No podemos ver sino con gran preocupación lo que pasa en algunos estados”, dijo en rueda de prensa el coordinador del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Emilio Gamboa Patrón.
“Se tienen que tomar cartas en el asunto. Como senadores tenemos que llamar la atención a las autoridades federales, estatales y municipales para que le den solución pronta y expedita a ese problema que lastima mucho a los mexicanos”, apuntó, a su vez, el líder de los senadores del Partido Acción Nacional (PAN) Ernesto Cordero Arroyo.
“La autoridad está llamada a preservar el orden público mediante el cumplimiento de la ley”. Afirmó el coordinador del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
El Artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos claramente establece que ninguna persona puede hacerse justicia por sí misma, ni ejercer violencia para reclamar su derecho, sin embargo, el Estado Mexicano hasta la fecha no ha logrado brindar seguridad a los mexicanos que, hoy por hoy, luchan por dar seguridad a sus familias y patrimonios de la única manera que ellos conocen: tomar la defensa en sus propias manos.