A cinco años de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Alejandro Encinas subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración señaló que este caso es una conjugación de todos los males heredados de administraciones pasadas.
“Es un reto enorme que trasciende a las personas perpetuadoras de los delitos, es una conjugación de todos los males heredados, narcopolitica, impunidad, corrupción omisiones de autoridad y el silencio en que incurren muchos sectores de la sociedad”
Lo anterior luego de que una de las teorías de la desaparición de los estudiantes que se ha manejado es que fue el narcogobierno mexicano responsable de la desaparición y asesinato de los jóvenes, motivo por el que se pedía que se realizara una investigación independiente a la administración de Enrique Peña Nieto.
Expertos internacionales incluso revelaron que existía una complicidad abierta entre la Policía Federal como de las fuerzas militares con el crimen cometido contra los normalistas.
El ex procurador general de la República, Jesús Murillo Karam fue señalado como probable delincuente, encubridor de torturadores, narcotraficantes y corruptos.
Fue en 2014 que el Obispo Raúl Vera declaró:
“Cuando el GIEI está aclarando las cosas, cuando ya tenían medido qué grupos habían intervenido de los grupos policiacos, del Ejército mismo, las policías, la Policía Federal, grupos paramilitares, cuando ya tenían descubierto que el problema era un camión, que los estudiantes ingenuamente habían agarrado un camión cargado de droga que se iba a Chicago”.
“Todo eso lo descubrieron, ¿saben ustedes lo que hizo el Gobierno mexicano?, ¿tomar esos datos y seguir investigando?, no, ¡correr a esos especialistas porque estaban sacándole al Gobierno todo lo que ellos habían hecho con estos chicos!”.