“El lenguaje político está diseñado para que las mentiras suenen como verdades, que el crimen parezca respetable y para darle consistencia a lo que es puro viento”. Afirmó el escritor y periodista George Orwell.
Al vivir en el país de los fraudes electorales, del “ya merito”, “el que no tranza no avanza” y el “aquí nada malo sucede”, no podríamos esperar menos de Manlio Fabio Beltrones, un político de derecha arrogante y por consiguiente burlón, -a las pruebas nos remitimos-, quien lejos de estar ciego y no conocer la magnitud de la precariedad que impera en el país, usa la ironía, como presentación de un panorama románticamente perfecto, en el que México tendrá un mayor crecimiento que algunos países de Latinoamérica y 2016 será en año donde cada connacional tendrá un ‘empleo digno’, con un salario acorde a sus actividades laborales, mientras nuestra creciente economía nos catapultará como la próxima ‘potencia’.
Sin duda, el anterior es parte de un discurso político viejo e insultante, que lógicamente ya nadie cree, pero que se ha convertido en repetitivo ante la falta de hechos reales que lo hagan veraz. Para Manlio Beltrones que en su historial político lleva altas dosis de tragedia, culpabilidad, sangre y muerte, hablar de algo que sabe es mentira, no debe serle difícil; mentir al pueblo desde el control parlamentario, es una grave falta, pero que en México no tiene ningún tipo de castigo, por lo que el resultado es un Beltrones hablando de un país de maravilla, donde los que gozan son ellos, pero que le intentan hacer creer al gran círculo en miseria, que “todos estamos bien”.
Lo grave de un Beltrones desaforadamente mentiroso –y burlón- (o cualquier político de la derecha oligárquica), no es el hecho que vivan engañando o creyendo que engañan al pueblo. Lo peor de todo es que se nos engaña en cosas muy graves, Beltrones habla de un México con finanzas ‘sanas’, aumento de empleos, economía fortalecida e inflación controlada para el 2016, cuando los mexicanos viven en una crisis (económica, política y social).
Su política del engaño y la mentira, como la de todos los Prianistas va en aumento, a una velocidad de vértigo, mientras que se habla de un país ‘fuerte’, cínicamente nos quitan a diario más derechos, arrebatan un salario demasiado paupérrimo, se vive con mayor inseguridad, el sistema de salud es miserable y la educación pública quiere ser urgentemente desaparecida, mientras que uno de los maestros de la burla y la mentira, Beltrones, habla de felicidad absoluta para 2016, millones no saben cómo van a vivir el mes que viene.
Para seguir insultando la inteligencia del mexicano, asegura que las acciones del mediocre gobierno federal es “lo que nos conviene”, aunque las noticias terribles y repugnantes lo golpeen en la cara, continúa hablando de su podrida conciencia ‘tranquila’ y sus ensangrentadas manos ‘limpias’.