El servicio de recolección concesionado acumula quejas históricas en varias colonias, mientras zonas de mayor ingreso logran mantener calles limpias y con rutas más constantes.
En Guadalajara, la basura tampoco se recoge igual para todos. Un estudio reciente del observatorio Jalisco Cómo Vamos recuerda que la recolección de residuos urbanos ha estado concesionada a una empresa privada por casi 30 años, y que la propia presidencia municipal ha reconocido que la calidad del servicio “se fue por los suelos” con el paso del tiempo.
Los datos lo confirman: sólo en un mes, agosto, el área de Aseo Público recibió 724 quejas por fallas en la recolección en 24 colonias del municipio de Guadalajara. Las colonias más afectadas fueron Bosques de la Victoria (92 reportes), Centro (59) y Jardines de la Cruz 1ª sección (55).
Vecinas y vecinos de estas zonas describen un mismo patrón: camiones que pasan sin horario fijo, semanas completas sin recolección y bolsas acumuladas en esquinas y “puntos limpios” que de limpios no tienen nada. No es casualidad que, en la encuesta de percepción ciudadana, la recolección de basura obtenga apenas 17 puntos de satisfacción sobre 100, una de las peores calificaciones entre los servicios públicos de Guadalajara; la limpieza en calles tampoco aprueba, con 50 puntos de 100.
En contraste, los fraccionamientos cerrados y zonas de alto ingreso suelen contar con servicios constantes, contratos privados y esquemas adicionales de limpieza, lo que se traduce en calles impecables, camiones puntuales y basura que “desaparece” sin convertirse en problema público.
Así, mientras calles acumulan bolsas y fauna nociva esperando al camión “cuando se acuerda” hay fraccionamientos con “servicios VIP” y recolección diaria. La basura también revela quién tiene derecho a vivir en una ciudad limpia.


