Por: Zazil Carreras
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Domingo 14 de febrero de 1988, 06:05 de la mañana. Se escuchan fuertes gritos en una casa ubicada en parque La Florida, un elegante barrio de Mar del Plata. Un hombre y una mujer se insultan. Después, la caída de un cuerpo desde el balcón.
El día de hoy se cumplen 25 años desde que Carlos Monzón asesinara a su esposa, Alicia Muñiz después de una severa discusión que enfebreció el ambiente hasta llevarlo a su terrible desenlace.
Carlos Monzón es considerado uno de los mejores deportistas argentinos, así como el número 11 de la lista de los mejores boxeadores históricos libra por libra según la revista The Ring.
Según se pudo reconstruir durante el juicio, el boxeador apretó el cuello de la mujer hasta dejarla inconsciente y la tiró al vacío; caída que le provocó múltiples fracturas en el cráneo. Monzón siempre sostuvo su inocencia, sin embargo, el 3 de julio de 1989, un tribunal lo condenó a once años de prisión por homicidio, condena que fue atenuada por la ingesta de alcohol del boxeador la noche del asesinato.
“No mató fríamente; fue influido por las circunstancias”, dictaminaron los jueces. “Pero actuó con plena conciencia de la criminalidad de sus actos”. Al juzgar probada “la presión ejercida sobre el cuello y la proyección intencional del cuerpo de la víctima dirigida a la muerte de la misma”, los jueces advierten que, “más que olvido, existe ocultación de circunstancias comprometedoras” en su declaración y acusan a Monzón de “preparar una historia increíble”.
“Ninguna otra mujer podrá marcar a fuego mi corazón como ella lo hizo durante los años que estuvimos juntos”, llegó a decir Monzón sobre Alicia. Fruto de este matrimonio nació Maximiliano, quien tenía 6 años cuando se produjo la tragedia y compartía el cuarto aquella madrugada con otro niño, de diez años, hijo de Adrián Facha Martel, con quien el boxeador compartió las horas previas al asesinato.
Este caso no fue famoso sólo por el hecho de que el asesino fuera un renombrado boxeador, sino porque puso en claro el tema de la violencia contra las mujeres en los círculos familiares y la necesidad de que este tipo de delitos vencieran las barreras de la privacidad y la vergüenza.
Los activos grupos feministas argentinos que marcaron una diferencia de manera posterior en la lucha por los derechos de las mujeres, presionaban y se manifestaban frente a autoridades y sedes gubernamentales para alertar a los responsables de la impartición de justicia sobre los delitos pasionales y su creciente frecuencia.
No era la primera vez que Monzón golpeaba a una mujer. En 1962, con apenas 20 años, el boxeador contrajo matrimonio con María Beatriz García, alías “La Pelusa”, con quien atravesó una tormentosa relación. Harta de los golpes, la mujer le disparó dos veces. Una de esas balas quedó alojada en la espalda del boxeador de manera permanente.
En 1974, conocería a Susana Giménez durante el rodaje de la película La Mary, de Daniel Tinayre, a quien también terminaría golpeando.
Incluso en el breve affaire que sostuvo con la actriz Ursula Andress existieron rumores de que el motivo de la ruptura fueron las conductas violentas del boxeador en contra de ella.
Cuando se encontraba en la etapa final de su condena, Monzón comenzó a gozar de salidas restringidas para trabajar. En una de estas salidas su auto volcó en la ruta N° 1, al noreste de la localidad de Santa Rosa de Clachines, a 35 kilómetros de Santa Fe.