Un impune y nauseabundo olor a corrupción ha dejado el caso de Arturo Escobar y Vega, luego que la Juez Décimo Primera de Distrito en materia de procesos penales federales declaró la ‘improcedencia’ de la orden de aprehensión que dictaminó la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE) en contra del político.
Era imposible que los mexicanos presenciaran una pena o castigo para un político de derecha, aún cuando Arturo Escobar procede de un gran negocio abiertamente fraudulento llamado PVEM y es que no se trataba de ‘ejercer la ley’, sino de dejar fuera a un elemento por demás vergonzoso tanto para el PRI como para el Ecologista.
Nuevamente se demuestra que en el país no se ejerce la ley para todos, aun cuando el nombramiento de Escobar fue por demás indignante y al final resultó ser una ridícula escena de la nefasta trayectoria de un político que deterioró nuevamente la ya bastante sucia reputación de ambos partidos.
Sin embargo no faltaron aquellos que defendieron lo indefendible, perdiendo la dignidad en el respaldo a una falsa honorabilidad que dicen pertenece a Escobar, debieron callar y no causar lástima, bien se sabe que la Fepade no es una institución a la que se le deba otorgar confianza, las últimas elecciones son los principales argumentos, ésta simplemente fue usada como todas las dependencias que se han construido para respaldar las artimañas de una mafia política que se mueve a propia conveniencia.
El caso de Arturo Escobar no es más que otro de los miles de ejemplos de la política corrupta y burlona del gobierno de Peña Nieto, como no caracterizarse por esto, si se desató una búsqueda exhaustiva en contra de quien pidió la orden de aprehensión en contra del primer político y no de quien era culpado.
En otro punto, a Santiago Nieto Castillo, el titular de la Fepade, sí se le encontró delito, ‘conflicto de intereses’, tema bastante conocido por el gobierno de Peña, y risiblemente al encontrar que el funcionario trabajó anteriormente dentro del PRD, esto se convirtió en un ‘pleito partidista’.
Nunca ha cabido duda, pero se reafirma que a quien no se encuentra coludido con el poder político corrupto e impune, jamás podrá ser libre de actuar al margen de la ley de la derecha, donde todo aquel que signifique ‘obstáculo’ o peligro para sus intereses, no se librará que le imputen hasta los más absurdos delitos y culpas, esperando se pueda llegar a la cárcel y quedarse ahí por siempre.
Mientras tanto la mafia dentro del poder sigue extendiéndose, desarrollándose y generando beneficios para todos aquellos que han vendido al país al mejor postor, aunque simple este argumento, es uno por los cuales Escobar nunca pisará la cárcel, por el contrario, no debería sorprender si el día de mañana demanda por daños a la ‘moral’.