Un nuevo escándalo se asoma contra dos afamados priístas: Miguel Ángel Osorio Chong y Javier Duarte. Uno, actual senador por el tricolor y el otro, exgobernador del estado de Veracruz por el mismo partido.
El ex mandatario estatal ha revelado que el exsecretario de Gobernación y mano derecha de Enrique Peña Nieto, pactó con él para ser entregado a la Justicia.
La noticia ha motivado a una ola de especulaciones alrededor. No obstante, para muchos, era una cuestión predecible. Mientras desde la legislatura de Morena, la senadora Marybel Villegas ha adelantado que se investigará el caso, existen otros que especulan sobre lo que este conflicto podrá traer consigo
Estas son algunas frases que el pleito entre entre ambos políticos ha traído consigo:
De Duarte a Chong:
“Se está lavando las manos”, pues, “él mismo está dando cuentas claras… él preparó entrevista con Televisa”.
Y advirtió sobre su actitud:
Chong “se quiere lavar las manos y curarse en salud. Él era el responsable de la política interna del país, que no nos quiera ver la cara de tontos a todos”.
Para rematar, dijo que fue encarcelado porque:
“Era el gobernador más famoso, el más popular, que mejor que yo para desviar la atención de la baja aceptación de Peña y para dar el mensaje de que se estaba limpiando la casa”.
Sobre su detención:
“Yunes no me perdonó ganarle en el 2010, a cambio de mi renuncia pedí que le amarraran las manos, por la cantaleta y su comportamiento enfermizo en mi contra”
De Chong a Duarte:
“Conmigo se va a topar con pared, no hay nada con lo que a mí me pueda involucrar en sus acciones”.
Sobre el hecho de que el exmandatario etenga acceso a las llamadas y entrevistas desde el Reclusorio Norte, dijo:
“Creo que la autoridad debe revisar el estatus de comodidad que tiene Javier Duarte”.
Negando cualquier tipo de nexo amistoso, refirió:
“Duarte nunca estaba cómodo conmigo”.
Ahora, luego de años de pertenecer al mismo partido y generar alianzas, especuló:
Duarte “es un corrupto desesperado que está buscando evadir la responsabilidad de sus actos”.
Por último, y pese a los constantes señalamientos, explicó:
“Si hay alguna prueba que quieran señalarme, imputarme, estoy abierto, estoy a la espera”.
Y así, mientras ambas partes se acusan uno a otro, la justicia mexicana deberá esclarecer qué es lo que ocurrió. Seguramente las frases de ambos prisistas y ex aliados, no faltarán.
