(20 de octubre, 2014).- Las finanzas del estado de Coahuila vuelven a verse amenazadas, luego de tres años de la salida del gobernador Humberto Moreira, quien heredó a la entidad una deuda pública de 36 millones de pesos.
Las cargas financieras que tiene que arrastrar la administración del estado radican principalmente en las aportaciones al Fondo de Pensiones del Magisterio, ser aval de los municipios y otras áreas que se encuentran operando con déficit.
Según el gobierno coahuilense, durante poco menos de nueve años se ha cargado una deuda de casi 900 millones de pesos con el Instituto de Pensiones del Estado, lo que corresponde a aportaciones que no se hicieron en su momento.
Ahora, en lo que va de la administración actual, sólo se han liquidado 300 millones de pesos que provienen de los impuestos de la ciudadanía.
En tanto, la Secretaría de Finanzas publicó en su más reciente informe trimestral, que Coahuila tiene una deuda contingente a largo plazo de 280.09 millones de pesos, en lo que respecta a créditos obtenidos por los municipios, teniendo a la entidad como aval.
Además, el gobierno de la entidad funge como aval de Autopistas de Coahuila, instancia que suma una deuda de 29.6 millones de pesos.
Sobre el sistema pensionario del magisterio, la administración estatal tiene la obligación de pagar el déficit del Fondo de Pensiones, por lo que, si éste fuera insuficiente, el gobierno tendría que brindar, del erario público, la cifra necesaria para pagar su pensión a los trabajadores de la educación.
El mismo Moreira aceptó en su momento que, la entidad está obligada a pagar 900 millones de pesos por año, por lo que el monto se podría incrementar hasta 2 mil 500 millones en los próximos años.