El columnista de El Financiero, Pablo Hiriart, consideró que a pesar de que el sacerdote Alejandro Solalinde diga que Andrés Manuel López Obrador tiene mucho Dios, a partir del sábado “nos va a gobernar un hombre de carne y hueso con defectos y virtudes”.
En ese sentido señaló que el peor favor que pueden hacer sus seguidores es endiosarlo, pues puede perder el piso y cometer errores garrafales, como el de creer que con su sola palabra se doblega a los mercados y se convence a Donald Trump de que ya no sea antimexicano.
“Los finales de sexenio trágicos de presidentes vanidosos, como José López Portillo, nos han dejado en la calle y embarcados por décadas con deudas impagables” explicó Hiriart.
Cuestionó si alguien de su gabinete se atreverá decirle que no al considerar que quien lo contradice corre el riesgo de ser objeto de su ira.
Señaló que fue a comienzos de mes que vio la base aérea de Sana Lucía y colocó en papel las pistas que tiene en mente, sin que sus asesores le dijeran que eso es un error.
“Absolutamente nadie de su entorno le dijo que esos dibujitos son fantasía, no tienen sustento técnico, y que en estos casos es mejor hacerle caso a los que saben.”