(03 de mayo, 2016. Hablemos de Sexo / RevoluciónTRESPUNTOCERO).- Muchas personas tienen entre sus metas encontrar a alguien con quien compartir la vida, formar una familia, establecer una relación afectiva y sexual placentera. Entre esas personas estoy yo. Soy de las personas que les gusta la vida en pareja, pero la convivencia puede volverse muy difícil y por eso considero que uno de los momentos más importante es la elección de esa pareja.
Al pricipio solo tenía la idea de lo que NO quería, simplemente no me gustaba la actitud de tal o cual persona cercana. Una de las primeras cosas de las que me tuve que convencer es que yo merecía estar con una persona que me valorara, con quien los buenos ratos superen con creces los incómodos.
Hay que estar concientes que siempre tendremos diferencias y es allí donde radica aquello que dicen que “nadie es perfecto”, algunas cosas nos gustarán más que otras. Las cosas pueden fluir mejor una vez que aceptamos que cualquier persona con la que iniciemos una relación tendrá hábitos, gustos y deseos distintos, que a medida que conocemos a la persona iremos conociendo estos detalles y debemos ir decidiendo con cuales de esos podemos vivir y con cuales no.
TENIENDO EL RESPETO Y COMPRENSIÓN POR DELANTE PODEMOS IR CONVERSANDO CON NUESTRA PAREJA PERO SIN OLVIDAR QUE NO TENEMOS NINGÚN DERECHO A EXIGIRLES QUE CAMBIE, PORQUE CADA QUIEN ES DUEÑO/A DE SU VIDA.
Pero hay mucho que nos podemos ahorrar si nos atrevemos a preguntar abiertamente durante las primeras citas sobre sus intereses y gustos, también estando muy atentos a cómo tratar a otros, como habla de sus relaciones amorosas e incluso de sus familiares.