Rodrigo Rojo / @eneas
(18 de octubre, 2013).- El Gobierno Federal ha realizado una amplia campaña en medios de comunicación para convencer a la gente de las bondades de la reforma energética presentada el 12 de agosto.
Inmediatamente después del acto oficial, comenzaron a hacerse públicos los spots, páginas web y promocionales que constituyen una campaña publicitaria muy agresiva a favor de la reforma que pretende abrir Pemex a la inversión privada.
REVOLUCIÓN TRESPUNTOCERO entrevistó a Diana Marenco, académica de la UNAM, para saber cuales son algunas de las estrategias que se emplean en las campañas publicitarias para convencer a la gente de comprar cierto producto o de legitimar ciertas ideas.
A este respecto, Diana aclara que la opinión pública no es sólo un actor pasivo, no sólamente es moldeada por el Estado o los medios de comunicación, sino que existe una corresponsabilidad de parte de la sociedad. Una población poco informada, que lee poco y que, al mismo tiempo, está muy sensibilizada a los contenidos televisivos es una sociedad que reduce su campo de reflexión y que cuenta con pocos elementos para analizar otras alternativas. Es más fácil que el discurso propagandístico penetre en una sociedad con estas características.
A este respecto, Diana menciona que la estrategia del Gobierno Federal no es muy complicada y es similar a la forma en la que se vende algún producto:
Primero se identifican las necesidades de la gente: cuáles son sus deseos, necesidades, actitudes y opiniones. A este respecto, Diana dice que los políticos y los mercadólogos saben que “a la gente le gusta divertirse, no le gusta complicarse la vida ni las explicaciones muy profundas. A la gente le gusta lo bonito, barato y superficial”.
En el caso de vender un producto basta con “presentar a una chica linda vendiendo y decir cómo es más barato con respecto a otras cosas”. No es necesario hablar del producto, sobre sus cualidades o aportar información profunda: la gente espera que se les diga algo fácil, bonito y que no le va a costar mucho dinero.
Para la reforma energética, el gobierno ha sacado una serie de spots visualmente muy atractivos con un joven repitiendo el discurso que se puede leer y escuchar en el resto de los comunicados del gobierno “la Reforma busca que el artículo 27 de la Constitución vuelva a decir lo que el Presidente Lázaro Cárdenas dejó escrito, palabra por palabra”. Sin embargo, no se da información puntual sobre la reforma. Buscan decirle a la gente lo que quiere escuchar “y así no es necesario que digas nada sobre la reforma, no es necesario que retomes una sola línea de texto para que la gente comience a estar de acuerdo”, abunda Diana. Quienes diseñaron la estrategia publicitaria confían en que nadie va a preguntar.
Después de que se identifican las necesidades de la gente y se diseña un lenguaje fácil y atractivo, lo que sigue es identificar cuales son los mayores “peros” del producto que quieres vender o la idea que quieres legitimar.
En el caso de la reforma energética, el gobierno encuentra que el mayor argumento en contra es el de la privatización del petróleo, así que asume este discurso y lo repite para generar empatía con la gente. De esta forma, el gobierno también exclama “No a la privatización” y envía el mensaje a la gente de que “está contigo”. Todos los spots van dirigidos hacia 3 ideas muy empáticas y sencillas: el petróleo es nuestro, no se viola la soberanía y es lo mejor para el bolsillo de las personas. Además, se refuerza con la figura de Lázaro Cárdenas.
Para Diana, el mayor problema de esta campaña es que no da información para que la gente pueda sopesar si la reforma es beneficiosa o no. Así, se crea un círculo en donde el gobierno no da información y la gente no la busca. Por eso es muy fácil que el mensaje se difunda tan pronto y tan fácil.
La académica también resalta que una tercera vía para convencer a la gente y reforzar la campaña propagandística es a través de los líderes de opinión y los comunicadores. “No es lo mismo que el mensaje te lo diga el presidente, quien puede caerte mal, a que te lo diga el académico del CIDE o tu comunicador favorito. Si quien te lo dice te cae bien es más fácil que simpatices con la idea”. Como ejemplo pone el twit de la comunicadora Yuriria Sierra quien hace una analogía sobre la reforma energética y la forma de hacer limonada: “Tú tienes limonero. Tu vecino, escalera, exprimidor y agua potable. Te propone hacer limonada para vender. #SonTusLimones… Nadie te los roba”. Para Diana, esta es una de las analogías más simples que ha escuchado pero “no faltará quien diga que es cierto”, pues el tuit es simple, empático y con cierto humor.
En pocas palabras, para Diana Marenco el problema con la campaña publicitaria sobre la reforma energética es que no aporta información y la gente no la busca. “Es más fácil orientar la opinión de la gente en una sociedad con muy poca información”.