En su columna para Reforma, Carmen Aristegui consideró que Enrique Peña Nieto quiere terminar su sexenio con una campaña de spots y un carrusel de entrevistas para convencer a la opinión pública sobre Ayotzinapa y la Casa Blanca.
Sin embargo, señala que es un efecto contraproducente, pues ha ofendido a la víctimas de Ayotzinapa y en los dos temas el priista fija posturas que va contracorriente de la información científica,periodística y oficial “lo que ha dicho no ha hecho sino remover heridas y provocar enojos”.
En una entrevista para Televisa, el Mandatario reconoció que el erro más grande del sexenio fue no explicar mejor el tema relacionado con la mansión millonaria financiada y a nombre de uno de sus más cercanos contratistas.
Trató de convencer entonces, que si en algún punto se hubiera presentado algún conflicto de interés, porque el empresario amigo ganó junto con otros una licitación para el tren México- Querétaro ese eventual conflicto se habría disipado a la hora de cancelar la obra, según Peña por razones presupuestales.
“El conflicto de interés -que sería la primera conducta pero no la única que debería ser investigada- se dio al momento de realizarse aquello que pintaba como una licitación a modo. La cancelación/control de daños activó tiempo después los mecanismos de arbitraje internacional, a través de los cuales China pretende cobrar a México una cantidad millonaria. Asunto sobre el cual, el gobierno saliente mucho se ha cuidado de informar a la población mexicana” destaca Aristegui.
La Función Publica determinó que los 33 contratos con los que se había favorecido al empresario de la Casa Blanca, fueron otorgados legalmente y en ninguno influyó el hecho de que Peña Nieto ocupara la casa del contratista
El generoso finiquito que de acuerdo con Angélica Rivera le otorgó Televisa por 88 millones de pesos, más la millonaria residencia a su nombre, más los ingresos que dijo tener como actriz y modelos, resultaron “convenientes para que el funcionario cerrara su voluminoso expediente entre cuyos miles de fojas, curiosamente no se encuentra mención alguna al reportaje que originó lo que, según Peña, fue una incomprensible escalada”.
