Mientras John Kerry, secretario de Estado de EE.UU. se encontraba de visita en Seúl, capital surcoreana, Corea del Norte amenazó a Japón con un ataque nuclear. El gobierno nipón respondió que de ser así, interceptará cualquier misil lanzado por Pyongyang.
“Japón siempre está en el punto de mira de nuestro ejército revolucionario, y si Japón hace el mínimo gesto, la llama de la guerra le afectará en primer lugar”, publicó la agencia oficial norcoreana KCNA.
De acuerdo con el Ministerio de Defensa de Japón, este país instaló misiles Patriot en el centro de Tokio y sus alrededores, como medida precautoria. También se movilizaron destructores al mar de Japón, para interceptar posibles ataques. Sin embargo, se negaron a declarar al respecto.
El día de hoy (sábado 13 de abril en Asia), Kerry se trasladó a Pekín y el domingo visitará Japón.
Aunque Corea del Norte indicó que sólo atacará a Japón en caso de que éste último se inmiscuya en su conflicto con Corea del Sur, Kerry condenó el mensaje de Pyongyang. Para el secretario, incluso un nuevo ensayo nuclear implicaría “ignorar a toda la comunidad internacional”.
Kerry insistió en que China, principal aliado y socio comercial de Corea del Norte, intervenga para convencer a Kim Jong-Un de abstenerse de una guerra, y reiteró que el eventual ataque nuclear de Corea del Norte “no cambiará [su] posición, la cual es muy, muy clara: defender a [sus] aliados”.
Por otra parte, el secretario no expresó una postura hacia lo que dijo el pasado jueves Doug Lamborn, representante republicano, acerca de que según un informe de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA, por sus siglas en inglés), Corea del Norte es capaz de generar cargas nucleares tan pequeñas que quepan en un misil. Aunque Lamborn agregó que el reporte señala que el arma sería poco precisa, contradice la versión oficial: que Pyongyang no cuenta con ese tipo de tecnología.
