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De acuerdo con el ministro de Defensa surcoreano , Kim Kwan-jin, Corea del Norte envió un misil de alcance intermedio a su costa este. Aunque han sido autorizados para atacar Estados Unidos con armas nucleares “más pequeñas, livianas y diversificadas”, aseguró que Pyongyang no pretende iniciar una guerra a gran escala.
Para Kim Kwan-jin, la versión de medios japoneses que alegan que el misil puede tratarse de un instrumento de ataque a Estados Unidos, es una exageración a la que restó importancia, pues el misil no tiene la capacidad para alcanzar Estados Unidos. Los blancos podrían ser Corea del Sur o Japón o las bases estadounidenses en dichos países.
Ante la situación, el Pentágono informó que movilizaría un sistema antimisiles a Guam, como medida defensiva.
Para Kim Kwan-jin, si Corea del Norte tuviera la intención de iniciar una guerra a gran escala, habría movilizado más unidades y tropas, lo cual, no ha sucedido.
Ante el reporte norcoreano de bloquear el acceso a la planta Kaesong, ubicada en el lado norte de la frontera entre ambas naciones, cientos de surcoreanos rechazaron la oportunidad de abandonar el complejo, aun bajo el riesgo de quedar como rehenes dentro del país del norte.
Una vez que se dio el aviso, de 828 surcoreanos, 222 que pasaron ahí la noche, señalaron su deseo de volver a su país. El resto manifestó que quieren seguir trabajando. Además, de los que indicaron su intención de regresar, sólo 33 lo han hecho.
La opinión de los empleados que se niegan a abandonar su trabajo en el país vecino, es que no laboran ahí por cuestiones políticas y necesitan sustentar a su familia. Con los antecedentes belicosos de Corea del Norte, los trabajadores no perciben un inminente riesgo de su seguridad, ya que el conflicto lleva mucho tiempo y de alguna forma, no ha pasado a mayores.
Entre las empresas de Corea del Sur que a pesar de no tener sus operaciones en Kaesong, pero asumirán las pérdidas económicas que el cierre de dicho complejo implica, están Samsung Electrónicos y Hyundai Motor.
La situación del complejo Kaesong ha sido señalada como una especie de “barómetro” del conflicto, pues es el último bastión de la política que pretendía re-unir a los dos países que se han visto envueltos en tantos conflictos.
Sin embargo, Corea del Norte amenazó con “cerrar y anular despiadadamente” el complejo industrial si Corea del Sur seguía insultando su “dignidad”, dentro del contexto de la escalada de tensión bilateral.
En medio de la tensión, hackers de Anonymous ingresaron a dos cuentas del gobierno norcoreano en Twitter, e hicieron que dejaran de transmitirse noticias de Pyongyang y fotos del líder Kim Jong-Un. Sustituyeron las imágenes con una foto de Kim con hocico de cerdo y una ilustración de Mickey Mouse en su pecho, con la consigna: “Amenazando la paz mundial con (misiles) ICBMs y armas nucleares/Despilfarrando dinero mientras la gente se muere de hambre”.
