Natalia Antezana Bosques / @Natalia3_0
Alina Rosas Duarte / @ARD3_0
(02 de octubre, 2013).- Piedras, gases lacrimógenos, bombas molotov, heridos, detenidos, fueron las características de la marcha del 2 de octubre.
La manifestación inició en Tlatelolco, justo en la esquina de Eje 1 Norte y Eje Central, y estuvo encabezada por el Comité 68.
El primer contingente, con banderas blancas y rostros que debitaban orgullo avanzaron con un operativo de seguridad ciudadana que los iba resguardando conforme avanzaban.
En todos los contingentes se escuchaban los gritos que pedían llegar al Zócalo capitalino, que se encuentra altamente resguardado.
No obstante, al llegar a avenida Hidalgo, la manifestación se topó con un cerco de policías que impedirían el paso al Zócalo, a toda costa.
La calle de Tacuba y Eje Central estaban completamente tapadas por 6 filas de policías en cada una, más los camiones de granaderos que se postraban atrás de las formaciones, para que sea imposible ingresar al corazón de la Ciudad de México.
El contingente decidió seguir el rumbo por avenida Hidalgo, para luego tomar Reforma y continuar al Ángel de la independencia. No obstante, un grupo de jóvenes, que utiliza tácticas del Bloque Negro intentó atravesar la valla humana de granaderos: ahí empezaron los enfrentamientos.
Durante todo el tramo de avenida Hidalgo volaban las piedras de ambos bandos: manifestantes se las arrojaban a los granaderos, y ellos se las regresaban a los manifestantes. Así también los gases lacrimógenos se impregnaron en los manifestantes, quienes se mojaban la cara con Coca-Cola para mitigar el efecto.
“Sí se puede, sí se puede”, gritaban los jóvenes que se enfrentaban con los policías, mientras los contingentes de estudiantes de diferentes universidades utilizaban uno de los carriles para llegar al objetivo último, que este año fue el Ángel de la Independencia.
Se escuchaban explosiones, que eran producto del incendio de latas de aerosol. Así también se divisaban cohetones que tronaban en el aire, algunos en el suelo.
Al llegar a la Fuente 1808 fue cuando los enfrentamientos se agudizaron: no sólo los manifestantes corrían de un lado a otro, también los policías llegaban, a paso acelerado, de todas las direcciones.
Las detenciones iniciaron después de la constante lluvia de piedras, latas de aerosol y gases lacrimógenos. Los policías vestidos de civil empezaron a detener uno por uno, a diferencia del primero se diciembre de 20112. Ahora mientras menos ruido se hiciera al respecto mejor.
“Me lastimaron, me jalaron la camisa y me ahorcaron”, dijo un señor, quien no quiso dar su nombre, después de que los granaderos lo encapsularan, lo golpearan y de que un policía lo ahorcara con el brazo derecho. Después de la paliza y gracias a la presión de la gente que gritaba que lo soltaran, los granaderos lo dejaron ir.
También fue detenido un fotógrafo, quien portaba un chaleco (chest vest) profesional para guardar lentes, la cámara Canon colgada y un paliacate amarillo que cubría su cuello.
En la esquina de avenida Juárez y Reforma los policías detuvieron a una joven, de pantalón verde y tez blanca, que gritaba aterrorizada que la soltaran. La historia se repitió, ya que gracias a la presión de la gente los policías decidieron soltarla.
En la esquina de Bucareli y Reforma llegó un joven, jaloneado por los granaderos, con la cara golpeada, con signos de contusiones. Lo metieron a la entrada del garaje del periódico El Universal, lo tiraron al piso y le pusieron un escudo encima, aplastándolo contra el cemento. Lo golpearon y evitaron, en un principio, que la prensa y los observadores de derechos humanos lo documentaran. Luego se lo llevaron, junto con otra persona con la cara y el tórax completamente golpeados.
El colectivo de derechos humanos Marabunta se encontraban en la marcha como observador y brindando atención médica a quien lo necesitara (están capacitados para ello). Los miembros del colectivo reportaron que habían atendido a 7 personas con heridas graves: ruptura de tabique, contusiones en el tórax e intoxicación por los gases. Así también, reportaron que vieron heridas hechas por el impacto de balas de goma.
La manifestación había seguido su curso, pero aproximadamente 100 personas, aparte de los granaderos y la prensa, continuaba en las inmediaciones del Caballito: los enfrentamientos seguían y las detenciones también.
Aproximadamente a las 19:00, casi cuatro horas después de haber iniciado la marcha, los manifestantes empezaron a dispersarse.
El secretario de Gobierno del Distrito Federal, Héctor Serrano, reportó que 32 policías resultaron heridos durante los enfrentamientos con los anarquistas. Además, hubo 102 detenidos y más de 200 encapuchados a los cuales las autoridades ya tienen plenamente identificados mediante fotografías y videos. La Cruz Roja reporta que atendió a 50 personas que resultaron heridas durante la marcha.
Los manifestantes, autodenominados anarquistas, lograron romper vidrios de un Oxxo a metros de donde se hallaba el enfrentamiento principal, en la Glorieta del Caballito en Reforma. Los jóvenes entraron y tomaron el dinero de la caja registradora así como productos de la misma, los cuales salían a repartir a quienes pasaban, dulces, refrescos, etcétera.
Más tarde, una vez que el mitin se llevaba a cabo en el Ángel de la lndependencia presidido por el Comité 68, la CNTE, y demás organizaciones, sindicatos, colectivos y estudiantes presentes, manifestantes encapuchados llegaron hasta el lugar portando piedras y aventándolas en las jardineras aún cuando los enfrentamientos con policías eran varias cuadras atrás.
