Un auditorio cargado de emoción y expectativa fue testigo del mensaje de la líder indígena guatemalteca Rigoberta Menchú Tum, Premio Nobel de la Paz 1992, quien visitó el Centro Federal de Reinserción Social Femenil No. 16 en Morelos para compartir la conferencia magistral “Ser Humano y Autoconocimiento”.
Ante 200 mujeres privadas de la libertad, Menchú habló de dignidad humana, memoria ancestral y energía colectiva como motores de transformación, incluso en los contextos más adversos.
Un mensaje para reconstruir desde dentro
“Debemos compartir nuestra sonrisa aún en tiempo de tormenta. Tenemos que ser felices, es el único objetivo”, expresó la Nobel de la Paz, arrancando aplausos y lágrimas entre las internas.
Recordó que la historia personal de cada mujer es legítima y valiosa, y que desde cualquier circunstancia es posible trazar un proyecto de vida nuevo, sostenido en la fuerza interior y el autoconocimiento.
Reinserción con rostro humano
El evento fue organizado por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), a través del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Reinserción Social, como parte de las acciones para fortalecer un modelo penitenciario centrado en la educación, la cultura y los derechos humanos.
A la conferencia asistieron autoridades de la SSPC y de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), que coincidieron en la importancia de abrir espacios de reflexión y esperanza dentro de los centros penitenciarios.
Una voz que cruza muros
Menchú subrayó que la determinación personal es clave para la transformación colectiva:
“La energía individual y comunitaria puede fortalecer la vida en sociedad y ayudarnos a construir bienestar más allá de las circunstancias materiales”, señaló.
Su presencia en el Cefereso 16 dejó no solo palabras, sino también un eco de posibilidad: que la sonrisa, la dignidad y el autoconocimiento son herramientas capaces de romper muros invisibles y abrir caminos hacia una verdadera reinserción social.