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Derechos Humanos y Federalismo, en peligro tras mensaje de Peña

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Joanna Rubio y José Carlos Moreno  

Peña ha hablado, y sin perder la costumbre, da un mensaje a la nación desde la zona de confort de su gabinete, rodeado de sus cámaras, de sus micrófonos y de sus paleros; con palabras  fehacientes de que el Gobierno de la República no negocia y no hace acuerdos con la población, deja en claro  que da oídos sordos a los reclamos sociales, lo único que Peña pretende es continuar construyéndose a sí mismo, busca instaurarse con una imagen sólida detonando credibilidad y conocimiento de la situación del país, a pesar de que este ya le explotó en las manos, utilizando una prefabricada  y sobria parafernalia, cargado de eufemismos, demagogia, y nacionalismo, que no reconoce la crisis de Derechos Humanos en México.

 Este fue un evento dónde la auto aprobación y la auto complacencia fueron piedra angular y protagonistas, mensaje en el que Peña nieto dejó claro varias cosas, cómo que el gobierno no dejará el poder sino todo lo contrario, ni siquiera se pronunció en referencia a las muchas voces adentro y afuera del país que están pidiendo su renuncia e hizo flamante caso omiso de todas ellas, un signo muy clásico en figuras autoritarias. Se dejó en claro que la tolerancia a la protesta social se seguirá dando en relación directamente proporcional a la criminalización de la misma y su consiguiente represión auto justificada; justificación racionalizada desde la mentalidad corporativista que no admite una mala imagen frente al extranjero y sus posibles negocios y que buscará la concretización a como dé lugar de las reformas que los permitan. Le guste a quien le guste.

Pero lo que  el señor presidente está haciendo (en parte), es poner la primera letra al fortalecimiento del puño priista atreves de 10 puntos medulares para la debilitación de la autonomía municipal  y de esta forma introducirnos lentamente a la monopolización de la justicia, del ejercicio del poder y cuestionar finalmente la República Federada, para dar entrada a la centralización federal:

1.       La creación obligatoria de Policías Estatales Únicas y su aumento de mil 800 elementos  a 32 corporaciones (uno por estado y uno para el Distrito Federal)

2.       Su gestión continuará con la promoción de la transparencia, rendición de cuentas y participación ciudadana

3.       Redefinirá las atribulaciones de las autoridades en el combate al conflicto

4.        Iniciativa de ley  respecto a la infiltración del crimen organizado en autoridades municipales que será presentada el primero de Diciembre

5.       El establecimiento de la Clave Única de Identidad en coordinación con el INE

6.       La creación de un número único para emergencias (911)

7.       Impulsar reformas para fortalecer la efectividad de la implementación de la justiciatf

8.       Fortalecer los instrumentos de protección a los Derechos Humanos

9.       Promover la pronta aprobación de las reformas priistas

10.   Despliegue de un operativo de seguridad en Tierra Caliente con especial énfasis en los municipios de Guerrero y Michoacán

Dentro de las 10 medidas expuestas, es de preocupar en materia de Derechos Humanos la que tiene que ver con el número único de registro de población, y es que en un Estado como este no existen razones para creer que esa medida ayudará a la identificación de grupos criminales y a la seguridad, y por el contrario sí existen razones e historia para creer, precisamente, lo contrario; que esa información servirá para la fabricación de culpabilidades, y para una identificación más eficiente de las personas incomodas para la hegemonía.

 Esta hegemonía no se permite el respeto a los Derechos Humanos porque la teoría misma versa en contra de sus intereses particulares. No es extrañar entonces que en la octava medida, no se dijo nada concreto, que imperó la retórica y la demagogia. La creación de más leyes, de más comisiones, de más mecanismos, no tiene sentido alguno ni hacen falta en un país que tiene una constitución tan amplia y que en teoría garantiza el respeto y la realización de los Derechos Humanos, para un país que ha firmado y corroborado 208 instrumentos internacionales para la protección de los Derechos Humanos es necesaria nada más una cosa, y esta es que los cumpla. No hay razones para creer que esta octava medida significara nada más allá de lo que ya han significado todas aquellas pronunciaciones y firmas, y que todas las violaciones que con naturalidad e impunidad cotidiana se llevan a cabo diariamente en este país, no seguirán ocurriendo como hasta ahora.

Hay razones para creer, que las violaciones a los Derechos Humanos se dispararán tal y cómo lo hicieron después del anuncio de la “guerra contra el narcotráfico” de Calderón, ya que al igual que entonces, pero ahora quizás con más cinismo, la respuesta a una crisis humanitaria y de seguridad  creada por el Estado será enfatizar las acciones en favor de la fuerza y no del diálogo, del apriete del control y no del reconocimiento de las libertades, del cierre de filas y no del apueste por la pluralidad,  de otorgar aún más privilegios y libertades al brazo armado, siendo que esto no ha resultado nunca en un aumento al índice de protección a los Derechos Humanos y sí en un aumento a las violaciones.

 Es de preocupar porque esto augura un aumento a todas las violaciones a Derechos Humanos que se sufren desde hace tiempo de manera generalizada: aumento de las desapariciones forzadas, de las ejecuciones extrajudiciales, tortura, muerte de periodistas, la censura institucional; del bloqueo a los accesos de agua, vivienda, salud y educación (garantizado esto en último nivel por las fuerzas armadas que favorecen a cuerpos empresariales en contrato con el gobierno); aumento a la disolución o asimilación sistemática de pueblos, culturas e identidades originarias que no coinciden con el “proyecto de nación” dependiente del orden mundial capitalista; de la falta de acceso y violaciones al debido proceso, a la justicia, a la verdad, a la memoria. Tampoco hay razones para creer que fortalecer por medio de absorción a las policías municipales, no se fortalecerá también al crimen organizado, al narcotráfico y a la corrupción.

El presidente también se adelanta al 2018 y nos advierte, que el gasto monumental que se hará, no para solucionar los problemas de desigual social de donde emerge la violencia y la pobreza, sino  para la creación de las policías estatales y un correspondiente aumento salarial al cuerpo policial, deberá tener una sucesión presidencial responsable que dé continuidad al proyecto, y amenaza que los municipios y gobernadores que no entreguen el mando policial serán sancionados de acuerdo a las leyes resultantes de la propuesta de ley sobre la infiltración del crimen organizado en autoridades municipales.

Lo más preocupante del mensaje de paz, justicia, unidad y desarrollo para un México que le está exigiendo su renuncia, es la agresividad del  contenido, un mensaje de guerra con la ciudadanía, que lejos de fomentar la paz, le advierte que le será implementado un número de identificación personal para acceder más fácilmente a sus datos, con  el cual el ciudadano podrá tramitar rápidamente procesos bancarios y facilitaría su reconocimiento en las instituciones públicas algo así como la CURP, este grito de guerra se concentra en minimizar el descontento social y señalar a los estados de Oaxaca, Guerrero y Chiapas como los semilleros del caos y desestabilización que unos cuantos grupos de inconformes y criminales orquestan contra su presidencia, ya que económicamente y por razones que el presidente desconoce, estos estados no pertenecen al México fuerte y vigoroso “inserto  en la economía global con crecientes índices de ingreso, desarrollo y bienestar” esos estados del Sur, con sus guerrillas y su pobreza son otro México, un México que hay que debilitar dejándolo a merced de constructoras trasnacionales con el fin de fomentar el empleo y minar la poca libertad de la gozan los municipios para autorregularse, autodirigirse y planificar los recursos con los que cuenta.

Olvida el presidente y su equipo de “trabajo” a los grandes creadores de las deudas municipales son sus presidentes municipales del norte:

1.       Ramiro Hernández,Guadalajara Jalisco (PRI) con una deuda de 2,633.2 mdp

2.       Jorge Astiazaran Tijuana Baja California (PRI) con una deuda de 2,524.1 mdp

3.       Margarita Alicia Arellanes Monterrey Nuevo León (PAN) con una deuda de 2,090.2 mdp

4.       Héctor Robles Peiro, Zapopan Jalisco (PRI) con una deuda de 1,429.4 mdp

5.       Paul Carrillo Cáceres, Benito Juárez Quintana Roo (PRI) con una deuda de 1,345.9 mdp

Olvida el presidente que al pretender eliminar en primera instancia la autonomía de los municipios para autoprotegerse esta eliminando su autonomía policía, esto significa que, que el municipio al entregar su mando policial se interfiere directamente con la su capacidad jurídica de otorgarse de forma democrática a sus propias autoridades, además de que la autonomía administrativa también se ve vulnerada al no poder ya gestionar para resolver los problemas de la comunidad en cuanto al poder y presupuesto de la policía, lo que nos conduce a una subyugación de las políticas públicas y organización interna del municipio.

Este nuevo PRI busca a futuro difuminar las divisiones de los tres poderes, ya que estos son un principio constitucional que evita la concentración del poder en unas pocas manos (de por sí ya pocas), el mando único policial y su rechazo a enfrentar  la crisis de desigualdad y derechos humanos en México, se traduce a una propulsión a un estado dictatorial y centralista.

Ante tal afirmación, me remito al principio de separación de poderes que apunta a la necesidad teórica de replantear la orientación general del Estado, Los límites constitucionales del proceso político, hacen referencia a la vigencia jurídica de los derechos fundamentales, a través de un concepto adecuado de la representación del pluralismo social.

La dictadura perfecta se adapta, se modifica, se sofistica, se dice defensora de los Derechos Humanos y versa sobre la construcción de Paz, se proyecta competente para proteger a su ciudadanía y al Estado de Derecho, pero mientras lo hace las desapariciones, los muertos, las fosas, los decapitados siguen brotando, mientras las represiones a la protesta social pacífica se planean, se endurecen y se despliegan con cinismo en flagrante violación de todos los estándares internacionales, mientras las cárceles se llenan de estudiantes, presos políticos y de consciencia, mientras el espionaje en espacios universitarios, en redes sociales, en marchas, y quién sabe dónde más, mientras los y las reporteras continúan cayendo, mientras los pueblos siguen siendo despojados de sus tierras y de sus identidades, mientras el Derecho a un medio ambiente sano yace olvidado en el rincón y se desmorona por los estragos de aquello que Entrique Leff llamara una crisis civilizatoria que causa la crisis ambiental, mientras, los millones de migrantes, los millones de personas que viven con menos de un dólar al día, y mientras, se habla de Paz al tiempo que se le busca con la provocación de la violencia, con el uso del abuso de la fuerza para reprimir, con el encarcelamiento con justificaciones absurdas, con la aniquilación y con todas las violaciones a todos los derechos provocando rabia, indignación, protesta. La Paz no es la ausencia de conflicto, no llegará por mostrar un mazo más grande y blandirlo más fuerte para callar todo el ruido.

Joanna Rubio Departamento de Estudios Políticos y Gobierno Universidad de Guadalajara

José Carlos Moreno Derechos Humanos y Gestión de Paz del Claustro de Sor Juana

 

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