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¿Qué significa el regreso al poder de un Kennedy?

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Con la llegada de Donald Trump llega también al poder el sobrino de John F. Kennedy, y a mi pensar el mejor candidato presidencial para esta terna en EU, el fortísimo Robert F. Kennedy Jr. (RFK). ¡Los Kennedy regresan al poder! Aunque lo hacen de forma extraña, primeramente del lado republicano y luego como ministro de salud. Digo fortísimo porque RFK es un hombre musculoso que promueve desde hace décadas el deporte y quiere cambiar el habitus del norteamericano promedio.

No habría problema con su presencia en la secretaría de salud estadounidense si no fuera por su durísima línea en contra de las farmacéuticas. “Espero trabajar con los más de 80.000 empleados del HHS (Departamento de Salud y Servicios Humanos) para liberar a las agencias de la nube asfixiante de la captura corporativa, para que puedan llevar a cabo su misión de hacer que los estadounidenses vuelvan a ser las personas más saludables de la Tierra”, dijo en X.

La prensa pro-demócrata que saboreaba un triunfo imposible de Kamala ya resume a RFK como un antivacunas. Trump respaldó rápidamente esta postura de una farmacéutica sin control total de la sanidad en Estados Unidos. El nombramiento de Kennedy Jr. “significa que controlará los medicamentos, los alimentos y la sanidad del país”, dijo el hombre naranja.

“Durante demasiado tiempo, los estadounidenses han sido aplastados por el complejo industrial de alimentos y las compañías farmacéuticas que se han involucrado en engaños y desinformación en lo que respecta a la salud pública”, ha señalado Trump en su rápido acomodo del nuevo tablero político en un país que ha repudiado a los demócratas a niveles vergonzosos.

Los estadounidenses han sido aplastados por el complejo industrial de alimentos.

El país del pay de manzana está pintado de rojo. La decepción por Kamala fue enorme, por lo que cuesta imaginar un Estados Unidos que se aleje de los intereses de las grandes corporaciones, sobre todo la farmacéutica. Kennedy promete hacerlo posible. Trump ha mencionado que va detrás de los contaminantes (aunque es pro-fracking), pesticidas, productos farmacéuticos y aditivos alimentarios nocivos.

Los estadounidenses mueren más jóvenes y enfrentan la mayor cantidad de muertes evitables en comparación con otros países avanzados. La obesidad cuesta a los ciudadanos de EU 75,000 millones de dólares por año. El ejército no podría aceptar a 9 millones de jóvenes por obesidad si hoy la nación del dólar se enfrentará a una gran guerra.

“Ningún otro país del mundo espera que los pacientes y sus familias paguen tanto de su bolsillo por la atención médica esencial como lo hacen en Estados Unidos”, dijo el Dr. Joseph Betancourt, presidente de The Commonwealth Fund. Tanto Trump como Kennedy buscan un país que no enferme crónicamente a tan temprana edad, aunque cuesta ver cómo la misión corporativa de Trump termine por aplastar los intereses de las farmacéuticas sin que estas estallen furiosamente en la Suprema Corte.

Robert F. Kennedy Jr. Photo Illustration by Elizabeth Brockway The Daily Beast Getty
Robert F. Kennedy Jr. Photo Illustration por Elizabeth Brockway / The Daily Beast.

Kennedy llegará al poder a través de Trump ya que el Partido Demócrata ni siquiera lo dejó participar en las primarias contra Joe Biden. El sobrino de los míticos Kennedy promueve un Estados Unidos muy distinto al que hemos visto desde Bill Clinton hasta Biden, en poder total de la visión neoconservadora straussiana y apostólicamente financierista. Sin mucha posibilidad de ganar, RFK decidió aliarse con el líder republicano. Al final ganaron ambos, aplastantemente, contra Kamala y su fétida propuesta de un Bidenomics 2.0.

Kennedy ha prometido ir directo contra la epidemia de adicciones y alcoholismo en Estados Unidos. En 2022, las víctimas mortales por conducir bajos los efectos del alcohol fueron 13,524 (es decir, el 32% del total de víctimas mortales); hoy, el 10% de los estadounidenses tienen un problema con el alcohol; el 3.3% del país ya está enganchado al abuso de opioides recetados, con más de 80 mil muertes al año, según datos del National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism.

Moderna, Novavax, Pfizer y BioNTech no están nada contentas con la llegada de RFK al control de la sanidad yanqui. Forbes desmenuza la caída en la bolsa de las acciones de estas empresas cuando Trump anunció a su nuevo Secretario de Salud. Novavax y BioNTech cerraron con una baja de más del 7% el día del anuncio, mientras que Moderna cerró con 5.6% a la baja, en su punto más bajo del año. Las acciones de Sanofi cayeron un 3.4% y Pfizer cerró con una baja del 2.6%. Tiempos complejos.

Moderna ha sufrido durante todo 2024, cayendo más del 60% desde enero. Las intenciones de RFK suenan ideales y al mismo tiempo imposibles en una nación acostumbrada a los ultraprocesados, las vacunas y los medicamentos controlados. Su intención de remover el flúor de los servicios de agua potable también suena a una rebelión contra el status quo al que Estados Unidos está acostumbrado.

A su cargo estarán la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, Food and Drug Administration), el Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, Centers for Disease Control and Prevention), la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA, Substance Abuse and Mental Health Services Administration), los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS, Centers for Medicare and Medicaid Services), la Administración para Niños y Familias (ACF, Administration for Children and Families), los Institutos Nacionales de Salud (NIH, National Institutes of Health) y la Administración para la Vida Comunitaria (ACL, Administration for Community Living), esta última encargada de incluir a adultos mayores en su comunidad.

 

Pero el ahora republicano también apunta a comentarios más duros que hubieran sido inaceptables en una posible candidatura demócrata a su favor. Por razones así es por lo que fue vetado de competir contra Biden. RFK es un conocido detractor de las vacunas administradas contra el Covid-19. La declaró como “la vacuna más mortal jamás hecha”. Años atrás, lanzó mensajes mucho más duros sobre la pandemia, asegurando que el virus era “étnicamente dirigido” para salvar a los chinos y judíos Ashkenazi. Esto último está perfectamente analizado en el Financial Times, en una nota de Oliver Barnes.

Rusia y China han dejado en claro que no buscan emular el modo de vida norteamericano en su nueva realidad multipolar, particularmente precisando en el hecho de que su estilo de vida no es sano. Ahora, en pocas semanas, estaremos ante un hombre que quiere sacudir por dentro al sistema de salud estadounidense y no emular el actual modo de vida de su país, es decir, ni los estadounidenses quieren vivir la realidad sanitaria y alimentaria de los propios estadounidenses.

El voto rojo que bañó a Estados Unidos de hartazgo por el partido bélico-demócrata también puede representar un hartazgo de la influencia farmacéutica en sus vidas, ¿alguien ha visto comerciales en Estados Unidos? Todo es pastillas y tratamientos. No considero que los altos mandos de las farmacéuticas, sus accionistas ya conocidos Vanguard Group, BlackRock y Berkshire Hathaway, se dejen vencer tan fácilmente. Ah, también detrás están Bill & Melinda Gates Foundation Trust. Para finalizar, resulta exquisito pensar en una sacudida en el país que gestó a Michael Jordan y a Preston Lacy en un mismo siglo. La realidad, considero, será menos impactante. Regresan los Kennedy a casa, me apunto a mirar esa serie.

 

Twitter: @SaavedraNiet

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