La Secretaría de Marina (Semar) ha marcado un hito en su lucha contra el crimen organizado al incinerar un total de 2,096.3 kilogramos de estupefacientes en Tapachula, Chiapas. Esta acción contundente representa la destrucción de una cantidad significativa de droga que, según las autoridades, tenía como destino final los mercados ilícitos, principalmente de Estados Unidos.
El material destruido, que rebasó las dos toneladas métricas, estaba compuesto mayormente por clorhidrato de cocaína y marihuana. La incineración se llevó a cabo en las instalaciones de la Marina en Chiapas, con la presencia de personal de la Fiscalía General de la República (FGR) y otras autoridades, para garantizar que el proceso se realizara bajo estricto apego a la ley y con total transparencia.

Chiapas, punto clave del tráfico
El sureste mexicano, especialmente la costa de Chiapas, ha sido históricamente un corredor estratégico para las organizaciones criminales transnacionales debido a su cercanía con Centroamérica. Los cárteles utilizan rutas marítimas y terrestres para trasladar grandes cargamentos de cocaína provenientes de Sudamérica.
En los últimos años, la Semar ha intensificado sus operativos en la zona. La destrucción de este alijo es el resultado directo de una serie de aseguramientos exitosos realizados en altamar y en tierra. La estrategia naval se enfoca en patrullar las aguas territoriales para interceptar las narcolanchas, que son rápidas embarcaciones usadas para el contrabando de droga.

El mensaje a la delincuencia
Semar ha enfatizado que la destrucción de esta cantidad de droga no solo representa un decomiso monetario para el narcotráfico, sino que también “golpea directamente la estructura logística y financiera” de los grupos delictivos que operan en la región.
“Esta acción reitera el compromiso del Gobierno de México y de las Fuerzas Armadas para impedir que sustancias nocivas lleguen a manos de la población, protegiendo así la salud pública y debilitando las redes de delincuencia organizada”, señaló un vocero de la Semar.
Expertos en seguridad consideran que la incineración es un mensaje claro de la Marina para mostrar eficacia en el aseguramiento y evitar la posible desviación o recirculación del material ilícito, un riesgo latente en cualquier decomiso de gran escala.
La vigilancia y los operativos continuarán en la región, considerada una de las fronteras marítimas más importantes en la lucha contra el trasiego de narcóticos.


