(23 de noviembre, 2013).- La noche de ayer, Mario González García, detenido el pasado 2 de octubre y quien se mantiene en huelga de hambre desde la madrugada del 8 de octubre, fue trasladado a la Torre Médica de Tepepan presuntamente en contra de su voluntad por órdenes del director del Reclusorio oriente. Razón por la cual en redes lanzaron la campaña con el hashtag #MarioLibre.
El caso de Mario González es “un ejemplo de la política represiva implementada por las autoridades locales y federales en contra de la juventud, los movimientos sociales y las clases sociales más desfavorecidas en México”, señalaron sus familiares y amigos horas antes en una conferencia de prensa en Cencos.
González fue aprehendido horas antes de que iniciara la movilización para conmemorar la matanza de Tlatelolco y liberado por unos minutos el día 7, para ser re-aprehendido afuera del juzgado. Desde entonces han pasado 45 días, tiempo que no ha detenido su huelga de hambre.
En un texto que él mismo redacta, asegura que varios policías vaciaron el autobús donde viajaba con otros estudiantes hacia la manifestación, lo golpearon entre varios elementos de seguridad, le lastimaron el brazo, le dieron varias descargas eléctricas, le quitaron sus pertenencias y lo trasladaron, junto con otros compañeros, a la agencia 44 del Ministerio Público.
El detenido relata que allí los policías ministeriales los interrogaron sobre lo sucedido, preguntaron sus datos personales, les prohibieron hacer su llamada. El viernes 4 de octubre los trasladaron al Reclusorio Oriente. El lunes 7 les notificaron el auto de formal prisión y establecieron la fianza de más de 130 mil pesos. Luego de pagarla, y de obtener su boleta de libertad provisional, se revocó su libertad y, afuera del Reclusorio, varios judiciales volvieron a ingresarlo.
De acuerdo con medios nacionales, la juez 19 penal de delitos no graves, decidió revocar su libertad debido a sus antecedentes penales: robar, durante manifestaciones, al interior de un supermercado, por lo que cumplió a mediados de este año tres meses de sentencia.
Relacionado con lo anterior y otro aspecto que complicó su caso fue que al iniciar el proceso, González cambió su nombre por el de “Mario Alberto Malacara”, para ocultar sus mencionados antecedentes. Su identidad verdadera se descubrió a través de las huellas dactilares.
La familia, amigos y personas solidarias con el caso de Mario denunciaron que el gobierno del Distrito Federal ha hecho caso omiso de las múltiples manifestaciones que se han realizado para exigir su libertad, y, hasta ahora, se ha ratificado en tres ocasiones la decisión de no hacer valer el derecho a fianza.
El día de ayer estaba planificada una marcha a las 8pm del Ángel de la Independencia hacia el Monumento a la Revolución, ésta se convocó y realizó ahora con carácter de urgente por el traslado del detenido a la Torre Médica.
