Héctor Eduardo Cid, egresado de la carrera de Tecnología de la UNAM, creó un dispositivo termoeléctrico para autos de combustión interna, con el que se ahorra del tres al 12 por ciento del consumo de gasolina.
El joven explicó que ya se aplican los termoeléctricos en automóviles, sobre todo en Alemania y Estados Unidos, pero es la primera vez en el mundo que se les da uso directo en el compresor, por lo que su desarrollo ya está en proceso de patente.
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— UNAM (@UNAM_MX) 4 de febrero de 2019
Mediante un comunicado,
“El universitario fundó la empresa Energine para, una vez terminadas las pruebas de los prototipos, comercializar su innovación. El ahorro de tres a 12 por ciento en el consumo de gasolina “es bajo para un uso corriente, pero para uno intensivo, como el de los taxis, es bastante bueno”. Además, no se debe perder de vista que 18.8 por ciento del total de los ingresos de los mexicanos se invierte en combustible”.
Cid Luna indicó que al revisar el balance energético del país correspondiente a 2015, “nos dimos cuenta que lo que más consume energía a escala nacional es el autotransporte, con 40 por ciento, por encima de lo que se utiliza en los hogares o la industria”.
Además, narró que:
El joven investigó por qué se gasta tanta energía, y revisó la eficiencia del automóvil de combustión interna, que es el medio de transporte más utilizado (el parque vehicular en México con ese tipo de motor es de más de 36 millones 500 mil). Descubrió que es de entre 20 y 25 por ciento, muy bajo para cualquier máquina. “Aproximadamente 70 por ciento de la energía que emplean esos vehículos se desperdicia en forma de calor liberado a la atmósfera”, detalló.
En la actualidad, la tecnología tiende hacia los autos híbridos y eléctricos, pero por su costo son inaccesibles para el grueso de la población.
“En México hay un parque vehicular de aproximadamente 40 millones de autos de combustión interna, y eso no va a cambiar en décadas, por eso se requiere trabajar en esos automóviles. ¿Cómo podemos generar una tecnología para que no se desperdicie tanta energía en los carros convencionales? Nuestro objetivo es ahorrarla sin necesidad de comprar uno nuevo o hacer una inversión muy alta”.
El dispositivo termoeléctrico tiene un costo de alrededor de tres mil pesos; un usuario promedio recupera la inversión en año y medio, y a partir de ahí lo que se ahorre es ganancia directa para él. Un taxista obtendría ese beneficio en tres meses, y si gasta alrededor de 12 mil pesos al mes en gasolina, podría ahorrar mil en ese lapso, eso sin contar la reducción directa de emisión de gases de efecto invernadero.
Por otro lado, hace unos meses, Héctor Eduardo Cid recibió el Premio de la Juventud del Estado de Querétaro, y en unos días más comenzará sus estudios de doctorado.