(13 de abril, 2015).- La tortura es un fenómeno generalizado en México, describió Adrián Ramírez, presidente de la Liga Mexicana en Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh) el pasado 9 de abril en la Asamblea Legislativa Federal, donde además, explicó varias de las causas y consecuencias de esta práctica en el país.
“Este fenómeno tan grave se dispara (recientemente) debido a que en el 2006 se saca al ejército a hacer labores de policía, (lo mismo que) a la Marina y se da un banderazo de salida para una delincuencia que no se organiza al auspicio de la propia delincuencia, sino que (se desarrolla) con la influencia, aquiescencia, tolerancia y promoción de Estados Unidos y sus métodos de investigación”, aseguró.
Durante el “Foro de Desaparición Forzada de Personas y Tortura”, el presidente de la Limeddh, insistió en que el problema de la tortura es saber para qué la aplican, “a quién le causo terror, a quién le causo miedo para despojarle de sus derechos”.
Y es que aseguró que “los torturados son las personas que van a ser despojadas de sus recursos”, teniendo como ejemplo varias comunidades indígenas cercanas a lugares de extracción de minerales o donde se instalarán megaproyectos o se ejecutará el fracking.
No obstante, el defensor de derechos humanos recordó la práctica de la tortura contra los estudiantes de Ayotzinapa el pasado 26 de septiembre del 2014, específicamente el caso de Julio César Mondragón, quien además de ser torturado, fue desollado del rostro.
Detrás de los sucesos de Ayotzinapa, dijo, “está el decálogo de Peña Nieto que dice que esas diez medidas que están empleando son precisamente para incremetnar los niveles de inversión y desarrollo en materia de llevar el ‘progreso’ y ‘beneficio’ a esa zona del país”, a lo cual agregó que no se voltea a ver la raíz del conflicto, “como si el problema fuera de desarrollo económico y no de desigualdad social”.
Otro de los puntos abordados durante la intervención de Ramírez fue el de la Ley General de Víctimas, de la cual reconoció los avances que ésta significó, pero precisó en algunas de las fallas que permanecen para su ejecución.
“Para que podamos acceder al Fondo de Ayuda a Víctimas, necesitamos que si fuiste torturado no basta con que digas que fuiste torturado, tienes que demostrarlo, tiene que haber una sentencia que deternine que fuiste torturado; necesita haber una recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos”, aclaró.
Además, insistió en las precisiones que el gobierno mexicano llega a hacer sobre la descripción del fenómeno de tortura, “¿Por qué es tan importante y causa tanto conflicto en la autoridad el que sean generalizadas o sistemáticas?”, cuestionó el que sea generalizada, precisó, no significa que todos los habitantes sean torturados, “sino que ocurre a lo largo y ancho del país en sus tres niveles de gobierno”, pues lo cometen igual policías que militares o miembros del Instituto Nacional de Migración, mientras “el carácter sistemático es la cadena de responsabilidades de todos los ámbitos que permite que este fenómeno no se agote”.