Así como el 8M no se felicita ni celebra, el 9M no se nos debe “permitir” faltar al trabajo o a la escuela. El paro nacional un día sin nosotras no es “un día de descanso” ni la “bondadosa” acción de terceros para permitirnos parar nuestras actividades, se trata de un acto de protesta a la poca o nula respuesta de las instituciones para garantizar a las mujeres una vida sin violencia en su día a día.
El objetivo del paro es visibilizar la violencia de género, a fin de sensibilizar sobre el impacto en diversos ámbitos de lo que ocurriría si las mujeres dejamos de ejercer labores de cuidado, de trabajar y estudiar. En resumen, el impacto económico, político y social de nuestra inexistencia.
Paralizar nuestras actividades busca visibilizar el trabajo no remunerado, la desigualdad salarial, la violencia, el acoso, los feminicidios. El paro nacional es un enérgico llamado a la conciencia social por las que ya no están, y por las que, si no se actúa, la violencia nos seguirá arrebatando.
El mensaje del movimiento feminista respecto a este día es claro:
“Las mujeres asesinadas no llegan al trabajo; Las mujeres asesinadas no llegan a clases;
Las mujeres asesinadas no llegan a la escuela por sus hijas hijos; Las mujeres asesinadas no van a hacer el súper;
Las mujeres asesinadas no van al cine;
Las mujeres asesinadas no salen por un café;
Las mujeres asesinadas no van a visitar a sus familias; Las mujeres asesinadas no van a pasear;
Las mujeres asesinadas no contestan los correos ni publican en redes sociales; Las mujeres asesinadas no contestan las llamadas.”
Desde luego el paro nacional no debe verse o exigirse desde el privilegio, pues es importante entender que existen mujeres que no pueden parar, pues eso significaría dejar de percibir un ingreso, perder su trabajo o descuidar a un ser cercano que necesita de su cuidado. La desigualdad y precariedad que viven las mujeres de este país nos orilla a contemplar que en efecto no todas podemos parar. Sin embargo, aquellas que tenemos la posibilidad de manifestarnos a través del paro, tenemos la responsabilidad de hacerlo en solidaridad con aquellas que no pueden.
Si eres una mujer que tiene el privilegio de unirte al paro nacional de este año, bienvenida; de lo contrario, la sororidad prevalecerá para manifestarnos en tu nombre y exigir por todas lo que por derecho nos corresponde.
– Andrea Tovar Saavedra –
