Un estudio realizado por el neurocientífico Jordan Lewis reveló que el café no proporciona energía.
Sino que engaña al cerebro bloqueando los receptores de adenosina.
La sustancia responsable de generar la sensación de cansancio en nuestro cuerpo.
Su investigación afirma que al consumir cafeína esta se adhiere a los receptores de adenosina en el cerebro y esto impide que el cuerpo pueda percibir que está fatigado.
Pero esto no significa que la persona tenga más energía.
Simplemente no siente el agotamiento que realmente está experimentando.
Dicho efecto no es eterno pues cuando la cafeína deja de actuar el cuerpo puede experimentar una acumulación de adenosina.
Y esto estaría provocando la caída y una dependencia al café para mantener la actividad diaria.
Lo que podría provocar una adicción para consumirlo de manera cotidiana.
Esto podría alterar los ciclos naturales del sueño y llevar a la persona a problemas de insomnio crónico.
