Sin testigos, sin que pueda conocerse de manera directa el tono en el que se llevarán las pláticas, las demandas que se planteen, se conozca si existe algún avance real en las investigaciones o se dé fe de los rostros y de lo que esconden las máscaras, será la reunión que sostengan los padres de los alumnos de la rural de Ayotzinapa y el titular del Ejecutivo Federal. Mientras la organización internacional defensora de los derechos humanos, Amnistía Internacional (AI) acusó que desde los más altos niveles del gobierno de México existe un “escandaloso encubrimiento” de los responsables de la desaparición forzada de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, en Guerrero, en la Presidencia de la República decidieron que la reunión de este jueves del presidente Enrique Peña Nieto con los padres de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa no se realice en la residencia oficial de Los Pinos y que se lleve a cabo en el Museo Tecnológico de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
AI advirtió que esta tragedia “es uno de los peores escándalos de derechos humanos en la historia reciente de México” y sostuvo que deja en evidencia que “cualquiera puede desaparecer forzadamente como por arte de magia en el país mientras quienes están en el poder se enfocan en cubrir las huellas”. El organismo internacional resaltó que el presidente Enrique Peña Nieto va a seguir siendo visto en todo el mundo “como el facilitador de los horrores”, a menos que tome una acción real, que debería de verse este jueves. Y, sobre el cambio en la ubicación de la reunión, las razones que no se dan a conocer tienen mucho que ver con el miedo, con la inseguridad que también reina en lo que ya se conoce como el Palacio de Parque Lira.
Para Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional, “la inquebrantable decisión del gobierno mexicano de convencer al mundo que los estudiantes fueron asesinados por una banda de narcotraficantes y sus restos quemados en un basurero, está actuando como una distracción de cualquier otra valiosa línea de investigación”. Con esta opinión coinciden muchas otras organizaciones e incluso el mismísimo Vaticano en donde, hasta ahora, tienen las puertas “emparejadas” y así se hace notar cuando se expresa el dolor por no poder ver a la Guadalupana.
En tanto, en el Senado de la República, la sesión se cerró sin que los grupos parlamentarios lograran un acuerdo sobre la creación de una comisión internacional o fiscalía nacional para la investigación del caso Ayotzinapa. Petistas y perredistas tomaron la tribuna, por lo que el panista Roberto Gil, presidente del Senado, manifestó que ante esas condiciones no podría continuar la sesión y convocó para el próximo jueves.
Al momento de escribir estas líneas no se había confirmado quienes asistirán, además de Peña Nieto, al encuentro por la parte oficial. Se espera que acuda el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; la procuradora general de la República, Arely Gómez; el subsecretario de Derechos Humanos de la Segob, Roberto Campa; el jefe de la Oficina de la Presidencia, Francisco Guzmán; y el comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales.


