El gobernador de Oaxaca, Salomón Jara, ha anunciado que en diciembre de este año se someterá al proceso de revocación de mandato, un ejercicio democrático que se realizará en el marco de sus tres años en el cargo. De concretarse, se convertiría en el primer mandatario estatal de la Cuarta Transformación en poner su puesto a consideración del pueblo.
Un gobernador que prioriza el contacto con la gente
Durante su conferencia semanal, el gobernador morenista destacó que el resultado dependerá únicamente de la decisión de los ciudadanos, repitiendo la frase
“el pueblo pone, el pueblo quita, con el pueblo todo, sin el pueblo nada”.
Jara resaltó su compromiso con el contacto directo con la ciudadanía, afirmando que ha visitado los 570 municipios del estado y que está a punto de concluir su segunda vuelta por las comunidades, con planes de realizar una tercera y cuarta. También criticó a los gobiernos anteriores, a los que llamó “corruptos y mediocres” por ver a los municipios como un botín, y prometió que Oaxaca dejará atrás la pobreza.
El gobernador dejó claro que, si el pueblo no le refrenda su confianza, regresará a su natal Betaza, donde continuará sirviendo a su comunidad.
Críticas y defensas
El anuncio de la revocación de mandato se dio en un contexto de críticas. Al ser cuestionado sobre el supuesto uso de la camioneta más cara entre los gobernadores del país, Jara negó las acusaciones y aseguró que el vehículo es rentado, sin blindaje, y que normalmente se transporta en una unidad “muy sencilla”. Atribuyó la polémica a una “campaña sucia de la derecha” en su contra y defendió su estilo de gobierno cercano a la gente, usando a menudo ropa tradicional de las comunidades oaxaqueñas.
