(21 de octubre, 2014).- La economía que arrastraba crisis de crecimiento desde finales del foxismo, con la política de Videgaray semeja un huracán que está dejando un desastre; y todos los indicadores de las políticas económicas que ha implantado el coronado como “el ministro del año”, arrojan que tenemos un estancamiento con inflación… llegando casi a una depresión, anclando la recesión en el desempleo, bajísimos salarios, despidos de trabajadores, disminución del consumo y un mínimo gasto gubernamental para puras reparaciones de las embestidas de huracanes creados por la naturaleza. Con el aval de la Suprema Corte (dependiente de Los Pinos, y presumiendo por el mundo de defensora de los derechos humanos), Videgaray impuso el 16 por ciento de IVA en la frontera, mientras en las entidades vecinas estadounidenses no pasa del 10 por ciento, para que los mexicanos quepuedan cruzarla compren “del otro lado” y disminuya más elconsumo.
II.- El huracán Videgaray llevó a sus últimas consecuencias devastadoras, el programa del PAN que impuso el neoliberalismo económico del “sálvese el que pueda”. Un certero refrán dice: “Cuando un vecino pierde su trabajo, es un estancamiento; cuando es usted quien lo pierde, es una recesión; cuando la economía pública pierde, despide trabajadores… estamos en una depresión”. Las políticas económicas que impuso Videgaray y las “reformas estructurales” de Peña, tienen al país al borde del caos, pero éste se ufana de ser un gran “estadista”. Para lo cual quiere reconocimiento. Esto nos remite a la organización del Seminario: “Encuentro por la Federación y la Unidad Nacional”, llevado a cabo en el Senado de la República, donde se tenía a Peña como invitado. De la noche a la mañana los panistas demandaron que éste tuviera un debate con los legisladores o, que a nombre del PAN, el combativo Javier Corral fuera orador y expusiera puntos de vista sobre las “reformas” en telecomunicaciones, educación, laboral y energética.
III.- Alegaron que su presencia era para “homenajearlo” y que, al impedir ese orador, se notaba el servilismo de Barbosa –a quien prestaron la presidencia del Senado por “buen comportamiento”–. Panistas y perredistas –salvo en la contrarreforma petrolera y eléctrica– son peñistas. Empero, se descarriló ese bloque porque no querían que el seminario fuera una fiesta para Peña; y éste no quería oír lo que iba a decir de su ronco pecho el senador por Chihuahua quien, con justas razones, trae entre ojos a Televisa. Aunque Barbosa y los suyos, con la bancada del PRI pusieron el grito en el cielo, los del PAN advirtieron que no asistirían si Peña lo hacía. Y éste, pretextando que los estudiantes del Politécnico estarían manifestándose en las calles aledañas al Senado,canceló su asistencia. Así que los senadores del PRD y del PRI bajaron la guardia y los panistas impidieron el “homenaje” peñista. El golpeado federalismo se quedó“vestido y alborotado” para celebrar la unión de la pluralidad, porque insisten en festejar la “unidad” que significa uno, y cada sexenio ese uno es el titular del Poder Ejecutivo Federal.
