La fotógrafa mexicana Graciela Iturbide ha sido galardonada con el prestigioso Premio Princesa de Asturias de las Artes 2025, consolidando su posición como una de las artistas visuales más importantes a nivel global. El reconocimiento se suma a la celebración de la cultura mexicana, ya que el Museo Nacional de Antropología también fue premiado en la categoría de Concordia.

La trayectoria de una Maestra del Lente
Nacida en 1942 en la Ciudad de México, Graciela Iturbide es reconocida mundialmente por una obra que combina lo documental con un profundo sentido poético de la imagen. Su carrera de más de medio siglo la ha llevado a ser una cronista visual de México, enfocándose particularmente en el mundo indígena y las tradiciones culturales, siempre con una mirada de respeto y dignidad hacia sus sujetos.
Iturbide fue discípula de Manuel Álvarez Bravo, de quien recibió un consejo que marcó su carrera: “No hay que apresurarse, decía él, hay tiempo, hay tiempo”. Este enfoque le ha permitido desarrollar una fotografía que, aunque refleja una realidad, procura “volver a velar, con el objeto de no dilapidar el misterio que recoge”.

A lo largo de su carrera, su trabajo más conocido incluye el retrato de las mujeres de Juchitán, Oaxaca, destacando su fuerza y cultura. Sus imágenes no solo muestran lo que ve, sino también lo que siente, lo que le ha valido exposiciones individuales en importantes centros artísticos internacionales como el Centro Pompidou en París y el Museo Getty en Estados Unidos.
Los comentarios televantes: Arte, Libertad y Poesía
Al recibir el galardón en Oviedo, la fotógrafa ofreció un discurso emotivo que destacó la naturaleza universal del arte.
El arte sin límites geográficos
Uno de los comentarios más resonantes de Iturbide fue su defensa de la libertad creativa, estableciendo que el arte no puede ser contenido por barreras físicas o políticas:
“Ante todo, me considero una ciudadana del mundo. Por fortuna el arte fotográfico no conoce fronteras, ni tiene pasaporte, ni necesita visas, por más que algunos hombres poderosos en el mundo pretendan limitar el libre tránsito entre los países y coartar la libertad de pensar y de crear”.
Un reflejo de la identidad mexicana
Iturbide destacó que su obra es un reflejo de su país, no un logro personal. Al hablar de sus imágenes, que ya son parte del imaginario mexicano, afirmó:
“Para mí, no es un logro, ni un riesgo. Es tan sólo un reflejo de México, de lo que veo en mi país.”


