(29 de octubre, 2014).- Con una manifestación en la sede nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), estudiantes de distintas universidades hicieron entrega de una carta al presidente del partido, César Camacho Quiroz en la cual buscan que la institución no busque deslindarse de los ataques en contra de estudiantes normalistas en Iguala, Guerrero, los pasados 26 y 27 de septiembre.
Los jóvenes señalaron que el Revolucionario Institucional es victimario de los hechos suscitados en Guerrero tras la aplicación de un modelo económico neoliberal que a decir de los mismos, conllevó el engrosamiento de las filas del narcotráfico y el aparejamiento de un país con más de 100 mil muertos. Los manifestantes concluyeron que “el narco-estado es, indubitablemente, un subproducto patentado por el PRI”.
Además, denunciaron el uso electoral priísta de los hechos, por lo cual le cuestionaron al líder tricolor “¿De qué clase de autoridad moral se vale el priísmo para arrogarse la congruencia de la arena política y erigirse como juez supremo cuando pesan sobre su partido la mayor entidad donde se cometen feminicidios en el país, la masacre de Acteal, Aguas Blancas, las matanzas estudiantiles de 1968 y 1971 y la represión en el municipio de San Salvador Atenco; el viejo y el “nuevo PRI”?”.
Destacaron que se trata de una regresión al régimen autoritario caracterizado por el ejercicio de la coerción policial y un estado de excepción factual.
Con una manta que pedía no más cadáveres en el país, sólo el del PRI, los estudiantes pidieron la renuncia de Enrique Peña Nieto “a efecto de garantizar un proceso que en apego a derecho, privilegie los principios de objetividad e imparcialidad en aras del interés superior de las víctimas”.