Enfrascados estamos los mexicanos en los tópicos de Ayotzinapa, de la mansión de las Lomas de la familia Peña Rivera y de la legítima protesta social; que pocos nos hemos percatado de los ajustes a la baja que el Banco de México (BM) anunció apenas este miércoles para el Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
El Banco recortó su proyección de crecimiento económico para este año y también para el 2015; advierte la institución por señales de debilitamiento de la economía mundial. La violencia doméstica, el descrédito de nuestros gobernantes y administradores y el temor a nuestras Policías parece, nada tienen que ver en este ajuste.
El BM estima así, que para finales de 2014 no irá más allá de un 2.5%
Tampoco nos hemos percatado del todo, que el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray señaló ante la información de la institución bancaria referida, que este viernes señalaría si se ajusta o no el PIB nacional, empero desde la esfera gubernamental se ven signos positivos de la economía.
La verdad no hay que ser expertos en cifras y realizar otros análisis, para insinuar que también en crecimiento económico el país está pasando apuros.
Sólo hay que voltear a ver las cifras que reportan las grandes firmas que en el país venden comida y nos daremos cuenta que están trabajando en números rojos.
Yo no sé en las casas de las otras familias mexicanas, pero en la mía, podemos deber el agua, el teléfono, no comprar ropa, ni invertir en esparcimiento; pero de que hay que comer; de eso, ni hablar.
Si al mexicano ya no le alcanza ni para comprar comida, no podemos creer que puedan reportar ganancias en sus ventas, las tiendas que venden otros artículos que en determinado momento resultan suntuarios por la precariedad de la cartera.
Hoy, Luis Videgaray dará un anunció: El PIB se ajusta a la baja o se mantiene. Insisto, no se requiere ser especialista para advertir que el ajuste será negativo.
Es a lo que hay que seguirle puntual el paso, porque yo de capítulos de telenovela, ya me cansé.
