Una investigación del International Center for Journalists (ICFJ) reveló: desde 2006, una red de empresas propiedad de industriales mexiquenses cercanos a Enrique Peña Nieto, ha vendido al menos mil millones de pesos en desayunos escolares y suplementos alimenticios al gobierno federal y los DIF de 15 estados, a través de licitaciones sin competidores. Entre dichos empresarios figuran José Anuar y Luis Ernesto Maccise Uribe, Víctor Almazán de la Rosa y Richardo Chemor Ávila, quienes están detrás de la marca Nutriwell y las empresas Innovación Tecnología en Alimentos y MC International Commerce, encargadas de la producción de alimentos.
Las licitaciones comparten un mismo esquema: las dependencias públicas siempre solicitan productos idénticos a los de Nutriwell en nutrientes, empaque, tamaño y peso, aunque la empresa jamás participa en los concursos, en los cuales siempre se registra un participante, nunca hay competencia, y de forma invariable el ganador termina comprando los alimentos de Nutriwell para entregarlos a las dependencias públicas. Así, Nutriwell siempre gana sin competir.
Los estados de Aguascalientes, Chiapas, Ciudad de México, Estado de México, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Tamaulipas y Veracruz, son las entidades que compran los productos de Nutriwell a través del DIF. En tanto, el gobierno federal hace las adquisiciones a través de Diconsa, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol). Detrás de este negocio de alimentos se encuentra un entramado de siete fábricas distribuidas en el Estado de México, Querétaro, Chiapas y Nayarit, la cuales producen la marca emblema Nutriwell y sus hermanas Nutrivien, Nutrimami, Nutrismart y Nature Air.
