La insistencia de Enrique Peña Nieto por viajar al extranjero en momentos de crisis para muchos ciudadanos en el país, ya sea por los acontecimientos relacionados con la inseguridad, con el secuestro, con los hechos en Guerrero, con los de Michoacán, con relación a la economía, a la desintegración de los partidos políticos, etcétera, solamente puede explicarse ante una necesidad imperiosa de lograr acercar a México inversiones y, tratándose de China, de lo más peligrosas tanto en lo laboral como en lo que se refiere al renglón social. La cancelación de la licitación del tren México-Querétaro, trajo un sin fin de movimientos.
Por una parte surgió el lodazal en el que tales asignaciones se cubrían. Por la otra la molestia que les causó a los chinos esta medida, lo cual llegó al extremo de que el presidente Xi Jinping lanzara una severa llamada de atención solicitando se tratara con mayor respeto a las empresas de ese país. Los resultados de las reuniones entre ambos primeros mandatarios, el de China y el de México, empezaron a visualizarse con la información sobre la inversión que por 14 mil millones de dólares se asegura que habrá en inversión energética. Esto como parte de un paquete en el que se suscribieron 14 acuerdos, entre los que figuran operaciones bancarias.
Una de ellas se refiere al Banco Industrial y Comercial de China, considerado en el presente como el más grande del mundo. Se supone que reconocen ya la denominación de origen del tequila, por lo que habría de suponerse que no habrá más marcas ni fabricación de ese licor en Asia. Se podrán exportar zarzamoras, frambuesas y carne de res, lo cual no sabemos si es para bien o no ya que no existen esos productos en cantidad suficiente ni siquiera para abastecer el mercado interno. Se establecieron dos fondos que no están muy claros ya que uno habla de una inversión inicial de dos mil 400 millones que se extenderá a 9 mil para que empresas de ambas naciones participen en energía, minería, infraestructura, manufactura de alta tecnología y turismo.
Pero hay otro con Pemex y tres empresas estatales chinas que contempla una inversión inicial de 5 mil millones de dólares que incluyen la segunda etapa del gasoducto Los Ramones. Habrá que puntualizar en que antes de que pudiera llegarse a este tipo de acuerdos, el titular de la SCT, Gerardo Ruíz Esparza tuvo dos reuniones, una en el DF y la otra en China con representantes de la empresa Railway Construcción, Co. Para explicar el porqué de que se tomara la decisión de cancelar la licitación más no el proyecto. De manera muy amplia expuso que existían dudas entre los legisladores por la forma en la que se había dado el fallo final en el que presuponían favoritismos políticos.
La cancelación se dio con el fin de que no se entorpeciera la construcción del tren y así se hizo buscando los menores riesgos y costos previsibles. Ofreció, como era de esperarse, reponer los gastos no recuperables de quienes resultaron los ganadores. Esto se llama, aquí y en China, indemnización. Y tanto la amplitud de explicaciones como el compromiso de indemnizar a quienes fueron eliminados en esta etapa, pero que de ninguna manera se considera que no puedan participar en la futura licitación, son actitudes y acciones que no se tienen cuando se trata de empresas mexicanas que nada tienen que ver con el círculo cerrado del poder. Tampoco se da una explicación a los ciudadanos mexicanos sobre esta aplicación de reponer gastos, como si tales egresos no correspondieran al pago de sus impuestos, a las arcas federales.
La visas que hasta por 10 mil entrego Felipe Calderón a los chinos, ahora habrán de ser plenamente utilizadas. La sonrisa esbozada por el presidente de ese país demuestra que resultaron ganadores de todas, todas. No importa si su establecimiento en este territorio logra que se cree un Estado dentro de otro Estado. Tampoco habrá de tomar relevancia que se agrupen y formen sus propias colonias y construcciones y con ello manejen sus propias leyes y no las del país en el que se encuentran. El resurgimiento del Dragon Mart es posible y con ello el modelo que habrá de regir en todas las Entidades en donde tengan inversiones. Si ya cedieron en algunos renglones, habrán de hacerlo en todo, porque para los de afuera no importa si se demuestra debilidad y temor, y con ello grandes necesidades económicas. Para los de dentro es el autoritarismo y las reglas.
ACECHANDO LA ENERGÍA
Un reporte sobre las reformas energéticas de México del Boston Consulting Group (BCG) destaca que la perspectiva de los recursos se estiman en la asombrosa cifra de 115 mil millones de barriles de petróleo equivalentes. Los ejecutivos de las empresas de energía que buscan invertir se refieren a México como “una dulcería”. Según los datos de la BCG, hay oportunidades en aguas someras, shale y en tierra, pero los recursos de aguas profundas disponibles –que se cree que es donde estarán las inversiones más lucrativas- se sitúan en alrededor de 30 mil millones de barriles equivalentes de petróleo.
Las condiciones comerciales de los campos petroleros en aguas profundas no serán conocidos hasta que el secretario de Hacienda dé los detalles cuando los bloques entren a una primera ronda de licitación pública en 2015. Las complejidades del proceso de licitación todavía no son revelados y la geología exacta de cada uno de los bloques todavía se desconoce. Tampoco están claros ciertos términos fiscales y contractuales, dice Eljuri, incluyendo los detalles de que cantidad de las ganancias de cada proyecto irán al gobierno, las bases para terminar los contratos y los procesos de aprobación.
