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En Chiapas, policías municipales torturan con absoluta impunidad y bajo la protección del gobierno local y estatal

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(30 de junio, 2016. Revolución TRESPUNTOCERO).- “Sí, la realidad es que había ingerido bebidas alcohólicas y por eso lo detuvieron los policías, de eso la familia lo supo porque tienen manera de comprobar que estuvo en los separos.

Pero la policía en Tapachula, Chiapas lo comenzó a torturar, a golpearlo incansablemente, se sabe porque eso reflejaba su cuerpo, lo torturaron hasta que se cansaron, y entonces se dieron cuenta que lo mataron.

Como lógicamente los asesinos eran ellos, fueron lo suficientemente listos para planear que llevarían al hombre a una de las zonas de Tapachula, donde se encuentran cuerpos que luego se van a la fosa común y ahí lo dejaron”, da a conocer a Revolución TRESPUNTOCERO un periodista de la región que prefirió omitir su nombre por seguridad.

El hombre de no más de 40 años, fue buscando por su familia donde sabían se encontraba detenido, pero le negaron que estuviera ahí, tampoco dieron datos, pese a que la familia aseguró que era ahí donde lo habían llevado los policías.

Finalmente los familiares lograron identificar el cuerpo del hoy occiso, y aunque han iniciado una lucha por justicia, se sigue negando que haya sido asesinado por la tortura ejercida en contra de la persona. “Lo que hicieron fue despedir al comandante, pero ese mismo comandante hoy es parte del equipo de seguridad –guardaespaldas- del edil priista de Tapachula, estamos frente a un círculo político criminal que se encuentra en el poder.

Son precisamente los policías municipales las que torturan con absoluta impunidad y bajo la protección de los gobiernos locales y el estatal. Para todos es bien sabido que los casos de tortura relacionados con el Estado, tienen como principales culpables a los municipales y federales, incluso con mayor culpabilidad que el ejército”, comenta el periodista.

El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas A. C. ha dado a conocer que la tortura una cotidianidad en Chiapas. Aportando cifras que sustentan su declaración, dan cuenta de un registro realizado de enero a junio de 2016, en donde dan cuenta de 17 nuevos eventos de tortura.

Estos casos han sido ubicados por el Frayba en los municipios de Palenque, Comitán de Domínguez, Villacomaltitlán, San Cristóbal de Las Casas, La Concordia y Tuxtla Gutiérrez.

Información que se agrega a los datos acumulados de años anteriores, donde se demuestra que “en Chiapas la tortura se ha incrementado y sigue siendo una práctica sistémica y sistemática, que se continúa usando como método de castigo muy arraigado en las fuerzas de seguridad y como un patrón de investigación policial ante los operadores de justicia”.

En estas circunstancias, según da a conocer Frayba, el momento de la detención y los traslados de las personas continúan siendo los espacios privilegiados para la aplicación de algún método de tortura.

En el caso de marzo de 2014 a marzo de 2015, dicho Centro de Derechos Humanos registró 26 eventos en donde se realizó por menos un acto de tortura; en varios hechos existió más de una víctima. De estos actos registrados tres de las víctimas murieron bajo custodia policial en los municipios de Ocosingo, Las Margaritas y Acala.

Los métodos de tortura ejercidos por autoridades de seguridad, según información del Frayba: privación del sueño durante 48 horas, posiciones forzadas, privación de alimentos y agua, amenazas de violación y a su integridad física, insultos y trato humillante, incomunicación, exposición al frío, golpes, baños con agua fría que contenían trozos de hielo.

Inmersión en drenaje, patadas, palizas, puñetazos, pisotones, jalones de cabello, ojos vendados, submarino mojado (pañuelo mojado en boca y nariz impidiendo la respiración), submarino seco (introducir la cabeza en una bolsa de plástico impidiendo la respiración), hostigamiento sexual, tocamiento, violencia sexual, amenazas directas a la víctima y familiares, amarrar manos y pies, falta de información legal, falta de atención médica y hostigamiento. Por lo general estos métodos son realizados con ciertas medidas cuya intención es evitar dejar huellas.

Se han documentado otros métodos diferentes de tortura para generar dolor evitando marcas, como la aplicación de golpes estando la víctima sentada en neumático y/o con éste alrededor del cuello, o la aplicación de energía eléctrica en forma indirecta, estando la persona dentro del agua, en un colchón mojado o ropa mojada, así como la suspensión de manos utilizando varias técnicas para evitar dejar huella en las muñecas y/o brazos.

Dentro de las instituciones públicas identificadas como perpetradoras en los actos de Tortura registrados por este Centro de Derechos Humanos son: la Fiscalía de Distrito Metropolitano, la Fiscalía Especializada Contra la Delincuencia Organizada (FECDO), la Fiscalía de Justicia Indígena en el municipio de San Cristóbal de Las Casas, el Fiscal del Ministerio Público en Delitos Sexuales y Violencia Familiar.

Así como la Fiscalía Especializada para la Atención del Delito de Abigeato, el Fiscal del Ministerio Público del municipio de Teopisca, la Fiscalía del Ministerio Público Distrito Selva en Ocosingo, Elementos de la Unidad Especializada Contra el Delito de Secuestro de la FECDO, la Policía municipal de Teopisca, la Policía municipal de Chilón, la Policía municipal de Ocosingo, la Policía Estatal Preventiva, Elementos de la Policía Especializada de la PGJE y Elementos de la Policía Federal.

“Tenemos un gobierno estatal, que en contubernio con autoridades municipales ejercen la tortura, como manera de hostigar a grupos vulnerables como los indígenas y a su vez mantener el miedo sobre la población.

En otras ocasiones solamente dejan en libertad a maniáticos que al tener un arma en las manos pueden resultar un verdadero peligro para la ciudadanía, pero al gobierno no le importa, tan no le importa que nunca se ha escuchado hablar de exámenes de confiabilidad en policías de Chiapas, tampoco cursos o mecanismos para la concientización de éstos y conocimientos de Derechos Humanos, lo cual no podría suceder con un gobernador que basa su política de mando en la violación de éstos”, señala a Revolución TRESPUNTOCERO la socióloga y derechohumanista Mirna Ochoa.

Quien explica que además de “torturar a los chiapanecos, también lo hacen con los migrantes, peor aún con ellos, que están solos. Como ejemplo están las estaciones migratorias, que fungen como centros de tortura, principalmente la Siglo XXI en Tapachula.

Es un templo de tortura y violación a derechos humanos, finalmente es un gran espacio de exterminio y erradicación de migrantes, los cuales son solados y defendidos abiertamente como grandes violadores de derechos humanos como lo es Manuel Velasco Coello, quien nunca ha sabido lo que es defender las garantías individuales de un pueblo oprimido”.

A su vez, Frayba afirma que “la prevención y erradicación de la tortura en Chiapas, está lejos de ser una realidad. Es de mencionar que el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello mantiene a Jorge Luis Llaven Abarca como titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, a pesar de sus antecedentes como perpetrador de tortura, así como a Raciel López Salazar, Procurador General de Justicia de Chiapas, quien desde el sexenio pasado ha sido denunciado y cuestionado por la utilización de la tortura dentro de la Procuraduría local”.

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