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En Tenancingo hay negocio familiar: Trata de personas

(26 de junio, 2014).- Isaías y Bonifacio Flores, dos hermanos originarios de Tenancingo, Tlaxcala, que operaron una red de prostitución de mujeres mexicanas por casi 10 años en Nueva York, Estados Unidos. La juez federal, Katherine Forrest, del distrito Manhattan, asignó una sentencia de cadena perpetua. Bastó con sólo dos testimonios para echar a andar el proceso.

Forrest expresó, “No hay castigo realmente suficiente para hacer justicia”. La juez describió el mecanismo de la red de tratantes como “fábrica de sexo degenerado” que obligaba a sus víctimas a hacer “cosas indescriptibles”. Operaban 16 criminales, dos mujeres entre ellos, mismos que se declararon culpables y su pena fue de 5 años de prisión.

Tenancingo es un lugar situado a 128 kilómetros de la capital. Cuenta con 10,000 habitantes. Aparentemente un pueblo pequeño y tranquilo. Según la investigación de Dolia Estévez, el 3 de junio el diario Daily News de Nueva York, reportó que los niños de Tenancingo sueñan con crecer para ser tratantes. El medio difundió que en el pueblo la trata es considerada “un negocio familiar”. Además, la locación es llamada entre las agencias de procuración de justicia de EE.UU la “capital mundial del tráfico sexual”.

Isaías Flores era el líder del grupo criminal. Por 8 años (2005-2013) obtuvo sus miles de víctimas pertenecientes a Tenancingo, algunas de ellas menores de edad. Con base en engaños,  los tratantes las motivaban a cruzar la frontera sin papeles. Una vez del otro lado, eran brutalmente iniciadas en el tráfico de sexo contra su voluntad. Las mujeres eran obligadas a tener relaciones en burdeles y departamentos en Nueva York y Nueva Jersey. En ocasiones hasta 35 veces por día. La cuota era de 30 dólares por 15 minutos, ellas recibían la mitad.

Las condiciones en que las víctimas vivieron por mucho tiempo fueron inhumanas. Si los tratantes sospechaban de un posible embarazo, las obligaban a  ingerir sustancias químicas que provocaran una hemorragia en ellas para causar el aborto. Constantemente fueron golpeadas, amenazadas y hasta privadas de alimentarse. Según los testimonios de las dos víctimas que declararon (a pesar de ser miles, por temor, sólo lo hicieron dos), por negarse a prestar los servicios sexuales, tuvieron que pasar ciertos castigos como dormir en la intemperie de Nueva York durante el invierno. Algunas veces tuvieron que tener relaciones aún menstruando, u otras formas de sexo.

La trata de personas es un tipo de crimen organizado que se agrava cada vez más en México y Sudamérica. Según la Organización Internacional del Trabajo, se está convirtiendo en una actividad más rentable y segura que el narcotráfico, generando 12 mil millones de dólares por año. La Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), estima que esta práctica podría triplicarse en los próximos años.

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