En un hecho sin precedentes, Iliana Fabricia Contreras, juzgado del séptimo distrito en Guerrero, condenó a dos militares a 19 años, 5 meses y un día de prisión, por tortura y violencia sexual contra la indígena Valentina Rosendo Cantú, cometidos en 2002.
La sentencia fue emitida en contra de Nemesio Sierra García y Armando Pérez Abarca el 1 de junio por Iliana Fabricia Contreras Perales, pues fueron ellos quienes atacaron en el Municipio de Acatepec, a la entonces menor de edad cuando lavaba su ropa en el río.
Pese a que el caso se investigó en el fuero militar, no prosperó, por lo que en 2005 se llevó al sistema interamericano y en 2010 la Corte Interamericana de Derechos Humanos emitió una sentencia que ordenaba, entre otras cosas, investigar el caso en el fuero civil.
En respuesta a esta sentencia, la Juez Contreras Perales, conoció el caso que también ha sido defendido por el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional para Centroamérica y México (CEJIL) y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez.
Jan Jarab, representante de la Oficina en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), delcaró ante medios de comunicación que esta sentencia es ejemplo de que el Poder Judicial puede cambiar la realidad del País.
“(La sentencia) reconoce las múltiples dimensiones de la discriminación que sufren mujeres, mujeres indígenas, indígenas pobres, en un contexto, como lo dice la sentencia, de desigualdad estructural y asimetría de poder, abuso militar contra la víctima civil” destacó.
Por su parte, Santiago Aguirre, del Centro Prodh, explicó que los casos llegan a instancias internacionales porque las víctimas no han encontrado justicia en el País “La impunidad es tan fuerte que no la han logrado desestructurar, salvo en este caso, y por eso celebramos esta lucha de más de 15 años de Valentina Rosendo; esa es la relevancia de esta sentencia” señaló.
Luego de conocer la sentencia que condena a los militares que la violaron cuando tenía 16 años, Valentina Rosendo, recordó que tuvo que aprender a hablar español para pedir justicia y lamentó que el gobierno nunca le creyó.
“Yo desde siempre he dicho la verdad, no como los militares, que después de que puse mi denuncia fueron a mi pueblo a ofrecerme dinero para que dejara de seguir señalando que fueron ellos los que me agredieron y yo nunca quise dinero, siempre quise que se castigara a los responsables”.
