Este viernes, enfermeras del hospital Rafael Pascacio Gamboa, después de cinco días en huelga de hambre, pidieron ayuda a Amnistía Internacional para que exhorte al gobierno federal de incidir en el caso.
María de Jesús Espinosa, una de las voceras del movimiento, informó que dicha solicitud tiene como objetivo instruir al gobierno de Chiapas para que pueda dar solución a las demandas de los trabajadores de salud.
Ese mismo día, la enfermera Claudia Martínez Camacho se unió al ayuno iniciado por sus compañeras Rosy Pérez, Nelly Castillo, María Cielo Gramajo, Emma Escobar, Gabriela MaLópez y Elisabeth Hernández, quien funge como representante de la sociedad civil organizada que participa en solidaridad con las reclamantes.
Espinosa de los Santos, vocera del movimiento, denunció que “pese a las reiteradas afirmaciones oficiales de solución del problema” el gobierno estatal ha incumplido con los compromisos asumidos.
“El incumplimiento se da en lo referente a pagos de descuentos, reinstalación laboral y abasto de medicamentos e insumos en la red hospitalaria estatal”.
Por su parte, la Secretaría General de Gobierno y de Salud aseguró haber depositado más de 50 millones de pesos al Fondo de Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado; aunque “aún no se refleja el depósito, así que aguardaremos una horas más para verificarlo en internet”- dijo.
Esta dependencia sostuvo que lo mismo ocurre con la reinstalación de empleados suspendidos, ya que aún no existe una notificación oficial para poder reincorporarlos a sus puestos. También, el desabasto de medicamentes continúa, a pesar de que las autoridades afirman lo contrario.
Las 20 organizaciones sociales y de derechos humanos locales y nacionales que solicitaron la ayuda de la AI están encabezadas por el Consejo Internacional de Enfermeras, con sede en la Ciudad de México. Además, destacan la Asociación Nacional de Trabajadores de México, la Asociación de Trabajadores del IMSS, el Sindicato Mexicano de Electricistas, la Organización de Trabajadores Jubilados del IMSS, el Movimiento de Trabajadores Socialistas, la Coordinadora de Derechos Humanos de la Mujer en Chiapas y el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas.
La falta de alimentos, según la vocera, afecta la salud de las enfermeras. Las manifestantes han presentado ya cuadros de diarrea, mareos, debilidad y neuritis, la cual se refleja con dilatación de vasos sanguíneos en las piernas.
Las enfermeras Ivonne, María Cielo y Emma, quienes ya habían presentado malestares tras participar en la primera huelga de 10 días, son quienes padecen principalmente estos estragos en su salud.