Záyin Dáleth Villavicencio
@zayindaleth3_0
Luego del atentado en el que perdiera la vida este lunes el secretario del Ayuntamiento de Tanhuato, Pedro Córdoba Aguirre, el titular de la Secretaría de Gobierno (Segob) en Michoacán, Jesús Reyna García, indicó que pese a que se ha reforzado la seguridad en la zona límite con Jalisco, la estrategia “ha sido insuficiente”.
En entrevista, el encargado de la política interna en Michoacán detalló que en los municipios de la región Lerma Chapala, como Tepalcatepec, Marcos Castellanos, Sahuayo, Briseñas, Vista Hermosa, Tanhuato y La Piedad, se ha incrementado la seguridad con elementos del Ejército Mexicano, así como la Policía Federal y Estatal Preventiva, por considerarse “la zona más conflictiva en el estado”.
Además detalló “en noviembre del año pasado, Michoacán solo tenía cuatro bases de operaciones mixtas y hoy tenemos más de diez”, estrategia que, agregó, “no responden a un hecho aislado que ocurre en Michoacán, sino que en realidad en el estado de Jalisco de manera coordinada está realizando la misma actividad”.
No obstante, reconoció que para abatir la ola de delincuencia que enfrenta la entidad, los operativos y estrategias, “son insuficientes ante la estrategia o la acción por célula que realizan grupos delincuenciales”.
Así, al ser cuestionado sobre la efectividad de estas acciones en contra de la penetración de grupos delictivos a Michoacán o de la confrontación de miembros del crimen organizado que se disputan el territorio limítrofe entre esta entidad y Jalisco, el secretario de Gobierno advirtió: “falta un poco más para que se empiece a percibir por la ciudadanía”.
Basta recordar que el 2012 concluyó con un saldo poco favorable, ya que sólo en esos municipios colindantes con Jalisco, tuvo lugar una emboscada contra policías municipales de Briseñas, la denuncia múltiple de uniformados en Marcos Castellanos, el secuestro de servidores públicos municipales y hasta la desaparición del sacerdote de la Arquidiócesis de Zamora, Santiago Álvarez Figueroa.
En Marcos Castellanos, por ejemplo, las secuelas del último atentado ocurrido la madrugada del 22 de diciembre aún están presentes; el alcalde José de Jesús Bautista Álvarez recuerda que ese día tras la emboscada a elementos municipales, los delincuentes huyeron con 13 rehenes y una coleta de vehículos incendiados a su paso
Otro caso es Briseñas, donde tres policías fueron secuestrados, el pasado 29 de noviembre junto con el síndico de este municipio Fernando Salas Salazar, entre ellos, el director de Seguridad Pública Jorge Díaz Ramírez y los patrulleros Hugo Manuel Aldana Hernández y Gabriel Godínez Godínez.
Días más tarde Salas Salazar, fue liberado y secuestrado de nueva cuenta el 16 de diciembre sin que hasta la fecha se sepa el paradero de él y los tres policías más que fueron plagiados del municipio.
Pese a este contexto, el funcionario estatal detalló que a lo largo del territorio michoacano, “son sólo tres o cuatro” los alcaldes que han solicitado seguridad personal, entre ellos el de La Piedad, Sahuayo, Tanhuato y Vista Hermosa.
Sin embargo, en contra parte a las condiciones de seguridad por las que atraviesan los servidores públicos, Reyna García, reiteró que los presidentes municipales cuentan con un cuerpo de policía municipal en los que se pueden apoyar para su seguridad.
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