La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo presentó “El maíz es la raíz”, un programa nacional dirigido a 1.5 millones de campesinas y campesinos que cultivan una o dos hectáreas de milpa para autoconsumo, con el propósito de conservar, producir, transformar y comercializar el maíz nativo de México.
Durante la presentación, la mandataria explicó que la estrategia busca recuperar las prácticas tradicionales de cultivo, reducir la dependencia de semillas híbridas y elevar la productividad del campo mexicano.
“El maíz nativo es la raíz de México. Queremos que las familias sigan sembrándolo, que se alimenten de su milpa y que el excedente tenga valor agregado”, afirmó.
El plan contempla acompañamiento técnico comunitario, maquinaria ligera de uso colectivo, conservación de variedades nativas y esquemas de comercialización con valor agregado, con el fin de fortalecer la economía rural y garantizar la soberanía alimentaria.
Cada cien productores conformarán una“comunidad milpera”, apoyada por jóvenes de Jóvenes Construyendo el Futuro, quienes ofrecerán asesoría técnica y promoverán el relevo generacional en las zonas rurales. Además, los productores tendrán acceso a equipos agrícolas adaptados a cada región, como sembradoras y desmalezadoras de pequeña escala.
Para dar valor al excedente, se fomentará la creación de tortillerías, tostaderías y cooperativas de mujeres que elaboren y vendan productos con maíz nativo, bajo un sello distintivo que garantice su origen y calidad.
En su primera etapa, “El maíz es la raíz” atenderá a más de 677 mil productores en siete estados del sur y sureste: Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Yucatán, Campeche, Quintana Roo y Tabasco, con presencia en 437 municipios y un incremento estimado del 20% en el rendimiento por hectárea.
La meta al año 2030 es alcanzar a 1.4 millones de campesinos en 29 estados y elevar la productividad hasta en 50%, garantizando el autoconsumo y el fortalecimiento de los mercados locales.
La directora de Alimentación para el Bienestar, María Luisa Albores, destacó que el maíz nativo “no tiene un problema genético, sino agronómico”, por lo que con el acompañamiento adecuado puede triplicarse la producción.
Con esta iniciativa, el Gobierno de México busca revalorar la milpa, proteger la biodiversidad agrícola y reconocer el papel fundamental de los 1.5 millones de campesinos que mantienen viva la base alimentaria y cultural del país.









