La Fundación Internacional de Mujeres en los Medios (IWMF, por sus siglas en inglés) y la Asociación para la Libertad de Prensa de The Washington Post lanzaron una campaña para pedir al gobierno mexicano que haga más para proteger a sus periodistas y en particular para proteger a la periodista Lydia Cacho, quien vive en el exilio.
Las asociaciones internacionales llamaron a expresar el apoyo en las redes sociales utilizando las etiquetas #PressFreedom y #SupportLydia. La campaña, explicaron, es porque en México la libertad de expresión está bajo ataque, por ejemplo, sólo en 2019 fueron asesinados 11 periodistas.
El 21 de julio del año pasado la casa de la periodista, en el estado de Quintana Roo, fue allanada y sus mascotas fueron asesinadas, un acto que la obligó a salir del país para salvaguardar su vida.
La organización Artículo 19, defensora legal de la también defensora de derechos de las mujeres, aseguró que lo sucedido se dio en medio de la búsqueda de justicia por la tortura a la que fue sometida en 2005 por investigar y revelar una red de pederastia de altos funcionarios y empresarios de Puebla y Quintana Roo.
Por este caso de tortura siguen pendientes las órdenes de captura del empresario Kamel Nacif y el exgobernador de Puebla, Mario Marín, presuntos responsables de ordenar la tortura de la autora del libro “Los demonios del Edén”.
De acuerdo con el Programa de Género y Libertad de Expresión, de Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC), la tarde del 12 de junio de 2019 fue asesinada la reportera del diario Presente y Tabasco Hoy, Norma Sarabia Garduza, asesinada frente a su domicilio, en Huimangillo, Tabasco.
En septiembre de 2019 también fue asesinada la columnista Mara Elizabeth Mares de la O, en el estado de Aguascalientes. En este último caso las autoridades siguen sin considerar que el feminicidio estuviera relacionado con su trabajo periodístico, aunque testimonios de la familia y colegas señalaron a CIMAC que la también activista había recibido amenazas.