(09 de enero, 2019. Revolución TRESPUNTOCERO).- La detención de Genaro García Luna en Estados Unidos no sólo pone en la mira a ex funcionarios de alto nivel de las gestiones presidenciales de Vicente Fox, Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto, sino que también ha puesto bajo la lupa a quienes acompañaron a Barack Obama mientras gobernó Estados Unidos por ocho años.
A lo largo de la gestión Obama, su gobierno trabajó de forma cercana con el de Felipe Calderón en materia de seguridad, siendo García Luna un enlace fundamental con los estadounidenses con la idea de intercambiar información que pudiera minar la presencia de la delincuencia mexicana y el trasiego de drogas al país vecino del norte.
El pasado 30 de diciembre, la prensa de EU dio a conocer que David Petraeus, Leon Panetta, James Clapper, Janet Napolitano, entre otros, son algunos de los ex funcionarios de la gestión Obama que están bajo investigación. Incluso, los medios estadounidenses destacaron que los posibles involucrados ya buscan a los principales despachos de abogados para una eventual defensa.
Pese a que no se ha dicho de qué forma pueden tener vínculos los ex colaboradores de la administración demócrata con la detención del ex secretario de Seguridad Pública de Calderón, el papel que jugaron en el gobierno de EU fue trascendental, ya que todos tenían puestos en los que debían velar por la seguridad interior e incluso exterior de Estados Unidos, por lo que vigilar que no hubiese presencia de la delincuencia organizada de otros países en su nación les competía.
Una de las acusaciones que enfrenta Genaro García Luna es la defensa y ayuda que brindó al Cártel de Sinaloa durante la administración de Calderón, incluso Vicente Zambada Niebla, ‘El Vicentillo’ —hijo del actual líder de la organización sinaloense, Ismael ‘El Mayo’ Zambada—, quien está preso en EU, señaló a García Luna de recibir millones de dólares en sobornos y de proteger a dicho cártel.
Por los señalamientos y por los puestos en los que se desempeñaron los funcionarios estadunidenses, pudiesen tener relación con las acusaciones que pasen sobre García Luna, pues México no sólo es uno de los principales feudos que tiene el Cártel de Sinaloa, también lo es Estados Unidos.
El pasado mes de abril el portal informativo Dallas News expuso que la organización sinaloense “sigue operando a través de un enorme sistema de distribución que garantiza que la droga llegue al traficante local y, de ahí, a la mano del consumidor. El Cartel de Sinaloa aún tiene la mayor presencia de distribución en Estados Unidos”.
Dallas News pondera que “Ismael ‘El Mayo’ Zambada, cofundador de la organización criminal hace tres décadas, supervisa el negocio amparado por el respeto de narcotraficantes de menor nivel y peor prestigio”, por lo que el Cártel de Sinaloa tiene un fuerte poder y presencia en Estados Unidos.
Es así que David Petraeus y Leon Panetta, ambos ex miembros de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) pudiesen tener alguna conexión con las afirmaciones que expuso Vicente Zambada Niebla al señalar a García Luna, pero también pudiese explicar lo externado portal informativo estadounidense, toda vez que en su reporte externa que la organización de Sinaloa es la que tiene mayor penetración tiene en Estados Unidos.
Tanto Petraeus como Panetta estuvieron comisionados por años en Oriente Medio, no obstante en 2011 se involucraron de lleno en cargos estratégicos para la administración Obama, Petraeus fue designado como director de la CIA y Panetta fue nombrado secretario de la Defensa, es decir ambos funcionarios debían tener una estrecha relación con Genaro García Luna para tratar temas de seguridad nacional.
Pese a que los medios estadounidenses han señalado que algunos de los ex funcionarios de Barack Obama pudiesen ser expuestos por García Luna, también está la posibilidad latente de que el ex titular de la SSP federal arrastre a miembros de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), como es el caso de Dave Gaddis, ex jefe regional de la DEA.
Gaddis fue quien vinculó a Genaro García Luna con los encargados de la seguridad estadounidense. Las relaciones que tejió el encargado de la seguridad pública del segundo sexenio panista con miembros de la CIA y la DEA podría explicar a cabalidad cómo se han tejido las complicidades entre miembros de las administraciones Calderón y Obama para que los cárteles mexicanos, en especial el de Sinaloa, puedan operar en Estados Unidos.
De acuerdo con reportes del gobierno de EU, en 2010, representantes del gobierno mexicano, encabezados por miembros de las dependencias de seguridad (Sedena, PGR, Cisen, Semar y SSP), junto con sus homólogos estadounidenses, se creó el Grupo Bilateral de Trabajo México-Estados Unidos para Objetivos de Alto Valor (HVTG, por sus siglas en inglés) con el objetivo de intercambiar información de inteligencia.
Con base en los reportes del gobierno estadounidense, el HVTG supervisaba el intercambio de inteligencia “sensible” para ambas naciones, dicha información estaba relacionada con los principales grupos criminales de México, además otra de las funciones de este grupo bilateral, era coordinar o eliminar conflictos de operaciones tácticas dirigidos a objetivos de “alto valor” en México.
Esto fue posible gracias a la Iniciativa Mérida, la cual propone que el gobierno estadounidense apoye financieramente a México para combatir a la delincuencia organizada, así como también fortalecer la seguridad de la frontera con Estados Unidos. En 2008, los entonces, presidentes Felipe Calderón y George W. Bush firmaron la primera carta de acuerdo sobre la Iniciativa Mérida.
Al término de la gestión presidencial de Felipe Calderón, Genaro García Luna emigró a Miami, Estados Unidos, donde fundó la empresa de seguridad GL & Associates Consulting, que requirió un permiso del Pentágono y la CIA, ya que el ex jefe de la policía mexicana desde el gobierno de Felipe Calderón desarrolló bases de datos para la localización de delincuentes y dicha base estaba ligada a las estadounidenses.