Por: Valentina Pérez
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Se ha vuelto una paradoja que el color usado para representar la lucha contra la homofobia, el morado –el último de los que ostenta la bandera gay–, sea el color principal del escudo Scout; asociación que en los últimos meses ha sido centro de atención por estar acusada de tener una política contra la comunidad LGBTTTI y que el 6 de febrero anunció que retardaría hasta mayo su deliberación de continuar o abolir el estatuto discriminatorio.
“Los funcionarios voluntarios de la Junta Directiva de los Boy Scouts de Estados Unidos concluyeron que debido a la complejidad de este tema, la organización necesita tiempo para una revisión más cuidada de su política de membresía” afirmó la asociación a través de un comunicado de prensa. La resolución ya ha tenido eco entre los promotores y retractores.
La visibilidad en Estados Unidos de casos de personas que decían “soy Scout, soy madre de familia, soy gay y perdí mi trabajo por esto último”; hizo que la postura contra la homosexualidad que plasmaron los Boy Scouts de América (BSA) –“No es un modelo que queramos trasmitir a los jóvenes de nuestro programa”– deba ser revisada.
La admisión abierta de la comunidad gay en las filas del escultismo internacional le deberá mucho al activismo por internet, a páginas como change.org que recogió varias denuncias contra el tema. El acopio de firmas que equivalían a correos al BSA se hizo para que empresas privadas como UPS o Intel dejaran de patrocinar a los Scouts por su política discriminatoria y a la propia BSA para incentivar la apertura de sus filas a la comunidad.
Zach Wahls, hijo de una pareja de madres, quien ha sido el principal promotor de esta revisión y es líder del grupo Scouts por la igualdad; también se pronunció en contra de que la BSA pospusiera la deliberación al calificarlo como “una renuncia a la responsabilidad”.
La lucha de la comunidad gay se inscribe en un panorama internacional peculiar de los grupos LGBTTTI: la petición cuenta con un respaldo formal por parte del presidente de EE.EU., Barack Obama, quien ya se ha manifestado sobre el asunto y en su discurso de toma de posesión hizo una declaración expresa a favor de la igualdad.
Por otro lado, tanto la petición de matrimonio aprobada hace unos días, como la discusión en trámite sobre la adopción igualitaria en Francia, y la votación positiva de casi todo el parlamento inglés sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo; crean un clima internacional favorable al tema.
Al interior de la centenaria organización Scout parece acumularse la polémica: hace casi seis meses el Tribunal Supremo de Oregon ordenó que se abrieran los que fueron conocidos como Archivos de la Perversión, en los que se guardaron durante décadas todas las historias de pederastia dentro de la organización.
Los grupos de gays dentro de la comunidad del escultismo no son nuevos. En México, por ejemplo, existe el grupo de Facebook Scouts Gays de México que realiza actividades homólogas a la BSA, pero con un ambiente abierto. Sus filas las conforman muchos Scouts discriminados al revelar su orientación sexual dentro de los grupos oficiales de la BSA en México.
¿Estará la BSA lista para dar un cambio histórico? ¿Buscará alinearse al color de su escudo? ¿Construirá, como afirma su eslogan, un mundo mejor al abrazar la diversidad?
