(24 de junio, 2014).- La revista Molecular Psychiatry publica en su último número un estudio, fruto de una colaboración entre el King’s College de Londres y el Instituto Queensland de Investigación Médica de Australia, que muestra cómo los genes que aumentan el riesgo de desarrollar esquizofrenia pueden incrementar la propensión de consumir cannabis.
Estudios previos ya habían identificado una relación entre el consumo de cannabis y la esquizofrenia –variantes genéticas asociadas con la esquizofrenia, cada una de ellas con un ligero aumento del riesgo de un individuo de desarrollar el trastorno–, pero no quedaba claro si el cannabis aumentaba directamente el peligro.
Los nuevos resultados sugieren que parte de esta asociación se debe a los genes recurrentes, pero no descartan una relación causal entre el consumo de cannabis y el riesgo de esquizofrenia.
“Las investigaciones han mostrado una relación consistente entre el consumo de cannabis y la esquizofrenia. Queríamos explorar si se trata de una causa-efecto o si puede haber genes que predisponen a los individuos tanto al consumo de cannabis como a la esquizofrenia”, explica Robert Power, autor principal de la institución británica.
El estudio incluyó a 2.082 individuos sanos, de los cuales 1.011 habían consumido cannabis. Así, el trabajo analiza el perfil de riesgo genético de cada individuo, es decir, el número de genes relacionados con la esquizofrenia que cada individuo posee.
Una asociación en ambos sentidos
Los autores encontraron que las personas genéticamente predispuestas a la esquizofrenia fueron más propensas a consumir cannabis y lo consumen en mayores cantidades que los que no poseen genes de riesgo.
“Sabemos que el cannabis aumenta el riesgo de esquizofrenia”, añade Power. “Nuestro estudio no descarta esto, pero sugiere que es probable que exista una asociación en la otra dirección también, que una predisposición a la esquizofrenia también incrementa su probabilidad de consumo de cannabis”.
El trabajo remarca las complejas interacciones que se producen entre los genes y el entorno en relación al uso de cannabis como un factor de riesgo para la esquizofrenia. “El peligro de que esto ocurra puede incrementarse por factores como la personalidad, el comportamiento y la composición genética. Este es un hallazgo importante que habrá que tener en cuenta al calcular el impacto económico en la salud del consumo de marihuana”, concluye.
Una relación duradera
El cannabis es la droga ilegal más consumida en el mundo, y su uso es mayor entre las personas con esquizofrenia que en la población general. La esquizofrenia afecta a una de cada 100 personas, y las que consumen cannabis poseen aproximadamente el doble de probabilidades de desarrollar el trastorno.
Los síntomas más comunes de la esquizofrenia son delirios y alucinaciones auditivas (oír voces). Si bien se desconoce la causa exacta, una combinación de factores físicos, genéticos, psicológicos y ambientales puede hacer a la gente más propensa a desarrollar el trastorno.
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Referencia bibliográfica:
RA Power, KJH Verweij, M Zuhair, GW Montgomery, AK Henders, AC Heath, PAF Madden, SE Medland, NR Wray y NG Martin. “Genetic predisposition to schizophrenia associated with increased use of cannabis”.Molecular Psychiatry (2014), 1–4. http://dx.doi.org/10.1038/MP.2014.51