(16 de octubre, 2014).- A César Duarte, gobernador de Chihuahua, le quedan dos años para preparar su próxima candidatura, cuando termine su sexenio a cargo de la entidad, por lo que hasta ha sacado su lado ‘espléndido’ y desesperado por ganar votos, al subsidiar los recibos de luz de los chihuahuenses, a costa del erario público.
Tras el descontento generado contra su administración, debido a que, en tres años, triplicó la deuda del estado, ahora busca convencer a la ciudadanía de que vale la pena brindarle su voto, por medio de estrategias similares a las tan famosas despensas priistas.
Mientras que en octubre de 2010 la deuda pública de Chihuahua ascendía a 13 mil 261 millones de pesos, para el 2013 ya llegaba a 41 mil 768 millones, según revelaron cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Ahora, comienzan a llegar los recibos de luz, con “total a pagar” de cero pesos. “Hemos firmado el convenio en donde se reconoce la tarifa 1D para todas las viviendas del estado”, informó Duarte desde el pasado 3 de octubre.
“Esta tarifa será retroactiva al mes de mayo y (la) pagarán en promedio más de un millón 50 mil casas habitación del estado, de las casi un millón 100 mil que existen”, mencionó.
Sin embargo, cabe considerar de dónde se tomarán los recursos que hacen posible este subsidio, o peor aún, si implicará un crecimiento exponencial de la ya desmesurada deuda pública que deben pagar los chihuahuenses con sus impuestos.
Se trata de cuatro mil 500 millones de pesos que se usarán cada seis meses, al menos en los dos años que quedan de su gestión.