Por: Valentina Pérez
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Sólo hace 12 años la homosexualidad fue sacada de la lista de enfermedades mentales en China, pero el tema aún despierta escozor entre las autoridades: 36 minutos fueron cercenados de la película Cloud Atlas al recortarle todas las escenas eróticas entre los dos protagonistas hombres. Ahora, el cineasta chino Cui Zi´en se desplaza a Francia para estrenar sus películas de temática homosexual.
El director dice que su trabajo reivindica la población gay de su país “da voz a los marginales, gente cuyos derechos no son reconocidos” y, por ende, los ayuda a la supervivencia en un país donde, a pesar de que la homosexualidad no es ilegal, tampoco existen leyes antidiscriminación que protejan a la comunidad LGBTTTI.
Cui Zi´en ha podido realizar sus películas por ser un productor independiente, contar con contactos internacionales que permiten su difusión fuera de china y al improvisar la exhibición de su trabajo en su país natal en bares o casas particulares para evitar la censura estatal.
Películas como Entra a las nubes y Piel de durazno han abierto las puertas a un nuevo cine gay chino.