El Gobierno de México destinará 8 mil millones de pesos para poner en marcha el Modelo de Atención Universal de Cáncer de Mama, una estrategia nacional que garantizará diagnóstico, tratamiento y seguimiento integral para mujeres, sin importar si son derechohabientes del IMSS, ISSSTE o IMSS-Bienestar.

Durante la presentación del programa, la presidenta Claudia Sheinbaum destacó que el objetivo central es acortar los tiempos entre la detección y el tratamiento del cáncer de mama, pues actualmente pueden transcurrir hasta siete u ocho meses entre una mastografía y la atención médica.
“Esto cambia por completo lo que se ha hecho en México. Es un modelo de atención integral, desde la prevención hasta el tratamiento”, afirmó.

El secretario de Salud, David Kershenobich, explicó que el cáncer de mama es la primera causa de muerte en mujeres y que cada hora fallece una mexicana a causa de este padecimiento. Por ello, el nuevo modelo contempla cinco ejes de acción enfocados en educación, prevención de factores de riesgo, detección oportuna, diagnóstico especializado y tratamiento integral.

Entre las medidas anunciadas destaca la compra de mil mastógrafos y mil ultrasonidos para reforzar la capacidad de diagnóstico en todo el país, con lo que el sistema público contará en total con mil 656 equipos distribuidos en 640 hospitales. Esto permitirá realizar 8.9 millones de mastografías anuales, equivalentes a 34 mil estudios diarios.

Asimismo, se crearán 20 nuevos centros de diagnóstico con personal especializado en radiología e imagenología, que se sumarán a los 42 ya existentes, para alcanzar 62 centros nacionales. Además, se construirán 32 unidades hospitalarias de atención oncológica para la mujer, una en cada estado, con áreas de hospedaje para familiares.

Sheinbaum subrayó que este será el primer programa universal en su tipo, que permitirá la atención continua sin importar el sistema de afiliación:
“No importa si una mujer es derechohabiente del IMSS, del ISSSTE o de IMSS-Bienestar; podrá ser atendida en cualquier centro del modelo”.
El plan establece también tiempos máximos de atención: el diagnóstico deberá realizarse en un máximo de 30 días tras la sospecha, y el inicio del tratamiento no deberá superar los 21 días posteriores al diagnóstico, en cumplimiento con los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Con esta estrategia, el gobierno federal busca reducir significativamente la mortalidad por cáncer de mama hacia 2027, mediante la detección temprana, atención oportuna y la ampliación de infraestructura médica especializada.
