- El Ejecutivo panameño expresó que el derribo sin aviso fue una decisión administrativa que no compartían y que afectó la memoria histórica representada por el monumento.
El gobierno de Panamá anunció que ordenó la inmediata restauración del monumento chino demolido la noche del 27 de diciembre de 2025 en el mirador del Puente de las Américas, cerca de la entrada al Canal de Panamá, en respuesta a la remoción no coordinada del elemento cultural y patrimonial que representaba a la comunidad china en el país.
La estructura, que conmemoraba la presencia de generaciones de panameños de origen chino y simbolizaba la relación bilateral, fue retirada por orden de la alcaldía de Arraiján, bajo el argumento de que presentaba daños estructurales que ponían en riesgo la seguridad pública. Sin embargo, autoridades nacionales rechazaron el procedimiento utilizado, destacando que no hubo diálogo previo ni coordinación con las instancias competentes ni con las comunidades involucradas.
En un comunicado oficial, el Ejecutivo panameño expresó que el derribo sin aviso fue una decisión administrativa que no compartían y que afectó la memoria histórica representada por el monumento. El gobierno también reafirmó su compromiso con la preservación de los derechos culturales que forman parte esencial de la diversidad de Panamá y anunció que las gestiones para la reconstrucción del sitio se realizarán de forma conjunta con la comunidad china y el Ministerio de Cultura
El presidente José Raúl Mulino calificó el derribo como “imperdonable” y solicitó una investigación inmediatapara esclarecer responsabilidades, subrayando la larga presencia histórica de la comunidad china en el país y la importancia de respetar ese legado.
Tras la demolición, la embajadora de China en Panamá manifestó que la acción fue motivo de tristeza para la comunidad chino-panameña y que se había manifestado anteriormente la intención de colaborar para la restauración del monumento, sin obtener respuesta de las autoridades locales.
En paralelo, la Cancillería panameña también ofreció identificar un nuevo espacio para honrar el legado cultural de China, en diálogo con representantes de esa comunidad, como parte de una estrategia de respeto a la memoria colectiva y pluralidad cultural del país.
La controversia ocurre en un contexto de tensiones geopolíticas regionales, en el que actores globales discuten sobre la influencia económica y logística alrededor del Canal de Panamá, infraestructura que continúa bajo administración panameña desde 1999 tras la transferencia de soberanía acordada décadas atrás.
Este desarrollo refleja la voluntad del gobierno panameño de preservar símbolos históricos y culturales y de garantizar que cualquier modificación en espacios públicos se realice con diálogo y respeto a las comunidades representadas.


