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Hallazgo de fosas clandestinas, un reflejo de diferentes grados y modalidades de colusión estatal con grupos delincuenciales

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(02 de julio, 2019. Revolución TRESPUNTOCERO).- El deterioro que ha sufrido la seguridad en nuestro país desde la toma de posesión de Felipe Calderón en el mes de diciembre de 2006, a la fecha, es verdaderamente alarmante, asegura la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH).

Según datos de la Organización de las Naciones Unidas publicados por el Banco Mundial, al final de la administración de Vicente Fox, en México se logró el índice más bajo de homicidios intencionales por cada 100,000 habitantes en su historia, desde que se utilizan técnicas de medición. Según estos datos, en 2007 el número había bajado a 7.8 muertos por cada 100,000 habitantes. 

A partir de ese momento y hasta las postrimerías del mandato de Felipe Calderón, se presentó una línea ascendente —prácticamente vertical—, que llevó el índice a 22.6 muertos por cada 100,000 habitantes para el año 2011, lo que representó aproximadamente 300% de incremento.

Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto se presentó una disminución en los índices durante los primeros cuatro años de gobierno. En realidad, dichas cifras demuestran que no varió la estrategia, sino que solamente se redujo su intensidad, llegando a un índice de 16.3 muertes violentas por cada 100,000 habitantes.

En 2017, se presentó un alza del índice, que lo convirtió en el año más violento en la historia de México desde que se realizan este tipo de mediciones.

Recientemente, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) emitió un informe relativo al número de muertes violentas por cada 100,000 habitantes hasta el año 2017. “Las cifras son alarmantes, pues aunque en términos consolidados muestran un índice de 25.24 muertes violentas por cada 100,000 habitantes, en algunas entidades y ciudades los índices resultan extremadamente altos, similares o superiores a los países más violentos del mundo”.

El Programa de Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México (IBERO), la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos realizaron  el informe “Violencia y Terror: Hallazgos sobre Fosas Clandestinas en México 2006-2017” con el objetivo de difundir los resultados más recientes del monitoreo que llevan a cabo desde el año 2015 sobre esta problemática.

A partir de la sistematización de los datos y la metodología empleada para la elaboración del informe, fue posible concluir lo siguiente:

Entre los años 2009 y 2016, la prensa reportó un total de 618 fosas clandestinas, de las cuales fueron exhumados 1 mil 829 cuerpos y 45 mil 381 restos de personas en 23 entidades del país. Estas cifras podrían aumentar a 817 fosas con 2 mil 229 cuerpos y 93 mil 296 restos si tomamos las cifras “altas”.

Entre los años 2006 y 2017, las procuradurías y fiscalías estatales reportaron 1 mil 606 fosas, de las cuales fueron exhumados 2 mil 489 cuerpos y 584 restos de 24 entidades del país.

Entre los años 2000 y 2015, la ahora Fiscalía General de la República (FGR) afirma haber identificado tan sólo el 6% de los cuerpos exhumados.

Entre los años 2000 y 2015, la FGR afirma haber abierto 81 investigaciones o averiguaciones previas y consignado a 106 personas, de acuerdo al documento revisado por Revolución TRESPUNTOCERO.

De acuerdo a las organizaciones, el hallazgo de fosas clandestinas en México es un fenómeno que, desde su perspectiva, es un reflejo del grado de descomposición social y deshumanización que se ha alcanzado como producto de una combinación de factores, que incluye al menos una política pública de drogas punitiva y no preventiva bajo un enfoque de salud pública; el uso de la fuerza militar; un sistema de procuración de justicia incapaz de investigar y perseguir eficazmente a los responsables de las violaciones a derechos humanos cometidas, y diferentes grados y modalidades de colusión estatal con grupos delincuenciales.

Guerrero es la entidad que ha concentrado el mayor número de fosas en el periodo que abarcó la investigación, seguido por Jalisco, Chihuahua, Coahuila de Zaragoza y Tamaulipas. Estos cinco estados por sí solos concentran 62.56% del total de 390 fosas registradas.

Es importante considerar que Guerrero ha sido el único estado en el que se han encontrado fosas clandestinas durante los seis años en que se realizó el registro. Le sigue Jalisco, que presentó casos en todos los años, con excepción de 2009. 

Estos dos estados concentran 28.71% del total de fosas registradas, sin dejar de lado que los registros más altos de fosas en ambas entidades fueron en los últimos dos años de la investigación, siendo 2013 el año con más fosas para Jalisco y 2014 para Guerrero.

Los resultados de la investigación hemerográfica muestran que en los años 2015 y 2016 fueron encontradas 207 fosas clandestinas, con 366 cuerpos y 39,604 restos o fragmentos de personas en seis entidades federativas. 

La cifra podría aumentar a 239 fosas, 412 cuerpos de personas y 47,004 restos o fragmentos si se toman en cuenta los números altos de las notas de prensa. Los estados que reportaron hallazgos de fosas clandestinas en este periodo fueron: Coahuila, Guerrero, Morelos, Nuevo León, Sinaloa y Veracruz. 

El estado que registró la mayor cantidad de fosas clandestinas fue Veracruz. De las 123 fosas clandestinas que fueron halladas, 122 fueron reportadas en el año 2016 en los municipios de Amatlán de los Reyes, Veracruz y Córdoba. En el municipio de Alvarado se registró un hallazgo en 2015.

Guerrero fue el segundo estado que registró la mayor cantidad de fosas clandestinas en ambos años, con un total de 53 fosas en 2015 y 21 fosas en 2016. Los municipios de Acapulco de Juárez, Chilapa de Álvarez, Eduardo Neri, Iguala de la Independencia, Leonardo Bravo y Zitlala fueron los que concentraron el total de fosas clandestinas. 

Con estos datos, Guerrero se convirtió en la entidad en la que se han reportado hallazgos continuos de fosas clandestinas del año 2009 al 2016.

Los estados de Morelos, Sinaloa, Nuevo León y Coahuila suman 10 fosas clandestinas registradas entre los cuatro estados. En Morelos, las fosas se hallaron en los municipios de Xochitepec y Cuautla,  mientras que en Sinaloa se hallaron en Ahomé y Mazatlán. Para el caso de Nuevo León, la fosa clandestina registrada fue en el municipio de Salinas Victoria, mientras que el caso de Coahuila fue en el municipio de San Pedro.

Cuerpos exhumados

La investigación hemerográfica en el periodo 2015-2016 muestra un total de 366 cuerpos exhumados en cuatro entidades del país: Guerrero, Morelos, Sinaloa y Veracruz. Guerrero fue el estado en donde se reportó el hallazgo de la mayor cantidad de cuerpos exhumados durante el periodo analizado. Del total de 165 cuerpos, 118 fueron recuperados durante el año 2015, mientras que 47 fueron recuperados en 2016. 

En Morelos, dos cuerpos fueron exhumados en 2015, mientras que para el año 2016 se exhumaron los cadáveres de 117 personas. En el estado de Sinaloa sólo se exhumaron cuerpos en 2016, siendo 14 en total. Por su parte, en el estado de Veracruz se exhumaron nueve cuerpos de personas en el año 2015, mientras que 59 fueron recuperados para el año 2016.

Restos o fragmentos encontrados

El total de restos o fragmentos de personas recuperados en 2015 y 2016 en los estados de Coahuila, Guerrero, Nuevo León y Veracruz, fue de 39,604. El número de restos o fragmentos recuperados durante este periodo fue suma- mente alto. Nuevo León y Veracruz fueron las dos entidades que registraron la mayor cantidad de restos o fragmentos.

Destaca, por lo alarmante del caso, que los 31,000 restos encontrados en Nuevo León se registraron en el municipio de Salinas Victoria durante el año 2015. Los 8,000 restos de Veracruz fueron recuperados durante el año 2016 en los municipios de Amatlán de los Reyes y Córdoba. Para el caso de Coahuila, los 600 restos de personas fueron localizados en un solo municipio, el de San Pedro, durante el año 2016. En Guerrero los restos fueron hallados en los municipios de Leonardo Bravo e Iguala de la Independencia en 2015.

Teniendo en cuenta los datos anteriores, de los años 2009 a 2014 presentadas en junio de 2017, las estimaciones de fosas clandestinas, cuerpos exhumados y restos recuperados en el país son las siguientes:

Del año 2009 al 2016, las notas de prensa sistematizadas de acuerdo con la metodología diseñada para esta investigación, indican que han sido halladas 618 fosas clandestinas con 1,829 cuerpos y 45,381 restos de personas exhumados de 23 estados de la república. La cifra podría aumentar a 817 fosas, 2,229 cuerpos y 93,296 restos. 

Guerrero permanece como la entidad en donde han sido halladas la mayor cantidad de fosas clandestinas, de acuerdo con lo observado por la prensa durante el periodo analizado. 

Asimismo, cuando se agregan los datos de 2015 y 2016, observamos que el estado de Veracruz se convierte en la segunda entidad con la mayor cantidad de fosas clandestinas registradas, seguida de Jalisco, Chihuahua y Coahuila. Estos cinco estados han concentrado 70.22% del total de fosas en un lapso de ocho años. 

Las notas periodísticas registradas entre 2009 y 2016 señalan que han sido exhumados 1,829 cuerpos de personas. Los datos indican que Guerrero registra la mayor cantidad de cuerpos de personas exhumados durante estos ocho años, por lo que se sitúa como la entidad con la mayor cantidad de fosas halladas y cuerpos exhumados de acuerdo con las notas sistematizadas. 

Durango permanece como la segunda entidad con la mayor cantidad de cuerpos exhumados, a pesar de que no se tuvieron registros de prensa para este estado después de 2012. Tamaulipas se sitúa como la tercera entidad con la mayor cantidad de cuerpos exhumados entre 2009 y 2016, a pesar de que los registros de exhumaciones son únicamente del año 2011.

Los estados de Morelos, Jalisco, Veracruz, Nuevo León y Chihuahua se encuentran como las otras entidades que han registrado más de 100 cuerpos de personas exhumadas de fosas clandestinas. Estas ocho entidades han concentrado 86.55% del total de cuerpos exhumados en el país, de acuerdo con los registros recuperados por las organizaciones para este informe.

Durante casi dos años, el Programa de Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México y la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, han colaborado con éxito en la investigación sobre fosas clandestinas en México, de la cual podemos concluir que las fosas clandestinas son una de las evidencias más claras de la crisis de derechos humanos que prevalecen en nuestro país. 

“Son el producto de la interacción de varios factores, como la comisión de graves violaciones a derechos humanos y delitos diversos, la impunidad casi total con la que se cometen, el contubernio de amplios sectores del gobierno con actores no estatales, y las luchas de poder y el control territorial, entre otros”, se ha señalado.

De acuerdo con la investigación, se concluyo que las fosas clandestinas son hechos recurrentes y extendidos, con hallazgos constantes y presentes en la mayor parte del territorio nacional durante el periodo observado. 

Sin descartar la existencia de fosas en años anteriores a 2009, a partir de ese año los medios de comunicación las empezaron a reportar con mayor frecuencia, hasta llegar a 2011, año en que se registra un incremento drástico en el número de fosas encontradas. Si bien entre 2011 y 2012 los reportes disminuyeron, éstos vuelven a repuntar de 2013 a 2014.

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