(06 de abril, 2015).- Luego de conocerse el daño y contaminación que Monsanto, entre otras empresas han causado por el derrame de semillas transgénicas en territorio mexicano, un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), detalló que el uso de herbicidas empleados por Monsanto puede causar cáncer y daño irreversible al ADN y cromosomas de células humanas.
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Actualmente, la empresa de semillas transgénicas pretende fortalecer la siembra de soya transgénica, con anuencia del gobierno, en tres zonas específicas entre las que se encuentra Veracruz, donde desde 2012 se cosecha este cultivo genéticamente modificado con la autorización del Sistema Nacional de Sanidad e Inocuidad Alimentaria (Senasica), de quien según sus reportes tal actividad se realiza ya en los municipios de Papantla, Pánuco, Ozuluama, El Higo, Tempoal, Pueblo Viejo y Tampico Alto. Siendo 44 municipios en todo el territorio nacional, además de los mencionados, en donde se cultiva la soya transgénica.
El uso de herbicidas en este tipo de cosechas es común entre las grandes empresas, Monsanto tiene uno llamado Roundup, que cuenta con un principio activo denominado glifosato, químico que “alimenta” los cultivos. El glifosato ha causado diversas discusiones entre la comunidad científica y empresarial por los daños que éste causa a la población. A su vez es el herbicida más utilizado por la comunidad empresarial de los transgénicos una vez que Monsanto creo el Roundup. Sin embargo la empresa asegura que su químico esta clasificado por la OMS en la categoría de Menor Riesgo Toxicológico. No así, el estudio revelado clasifica al herbicida como “probablemente cancerígeno para los seres humanos”.
El estudio de la OMS realizado por la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC por sus siglas en inglés), arrojó que el herbicida de Monsanto puede causar cáncer y daño al ADN. La OMS tiene evidencia de impactos negativos por el uso de agroquímicos y cultivos de semillas transgénicas, por lo que instan a los gobiernos a prohibir el uso de los cultivos modificados genéticamente.
Por su parte, Francisco López Bárcenas, especialista en derecho indígena de la UNAM aseguró que actualmente en Veracruz existen cultivos de soya y maíz transgénicos autorizados por el gobierno federal, acentuando el problema de la alimentación, que asegura, se debe al acaparamiento de las grandes empresas como Monsanto, sobre las semillas y el control de éstas. Además manifestó que no sólo en Veracruz se realizan este tipo de actividades perjudiciales para la salud, sino también en los estados de Yucatán, Chiapas, Tamaulipas, San Luis Potosí, Chihuahua, Coahuila, Durango, Sinaloa, Nayarit, Sonora, Baja California Sur y Estado de México.
Monsanto asegura que la OMS no apoya sus conclusiones en datos científicos, ya que según ellos, éstas deben ser “sin sesgo, exhaustivas y basadas en ciencia de calidad que se adhiera a las normas internacionalmente reconocidas”.
“Todos los usos del glifosato para el cuidado de los cultivos incluidos en la etiqueta de los productos son seguros para la salud humana” respondió la transnacional de los transgénicos, quien informó que se ha puesto en contacto con la OMS para conocer las bases de su estudio.
Monsanto descalifica el estudio realizado por la OMS al asegurar que en la actualidad no hay nuevas investigaciones que sustenten lo dicho por la organización de la salud, asimismo asegura que la IARC no tomó en cuenta decenas de estudios que aseguran que el glifosato no es dañino para el ser humano.