El huracán Melissa golpeó este martes a Jamaica con una fuerza pocas veces vista en el Atlántico. Con vientos sostenidos de casi 300 kilómetros por hora, el ciclón de categoría 5 dejó un escenario de devastación en la isla, con daños severos, cortes eléctricos y miles de personas desplazadas.
Las autoridades jamaicanas lo calificaron como “la tormenta del siglo”, mientras los servicios meteorológicos internacionales confirmaron que Melissa ya es uno de los huracanes más potentes de la historia reciente. Hasta el momento se reportan nueve muertes en el Caribe —tres en Jamaica, tres en Haití, dos en Panamá y una en República Dominicana—.
La furia del Atlántico: cifras que rompen récords
De acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos, Melissa tocó tierra cerca de New Hope, al suroeste de Jamaica, a la 1:00 p.m. hora local, con una presión central de 892 milibares —la tercera más baja registrada en el Atlántico desde 1988—.
El fenómeno se mueve lentamente hacia el norte-noreste, a 15 kilómetros por hora, arrastrando consigo lluvias torrenciales de hasta un metro en algunas regiones.
“Para Jamaica será la tormenta del siglo hasta ahora”.
Así lo advirtió Anne-Claire Fontan, vocera de la Organización Meteorológica Mundial, al destacar la peligrosidad del sistema.
Melissa se convirtió en el tercer huracán categoría 5 de la temporada, algo que no ocurría desde 2005, y el primero de esa magnitud en tocar tierra en el Atlántico desde Dorian en 2019.
Emergencia nacional: refugios vacíos y comunidades aisladas
Aunque el gobierno habilitó más de 880 refugios, muchos permanecieron vacíos la noche previa al impacto, pues numerosos habitantes ignoraron las órdenes de evacuación.
“Esperamos que todo salga bien, pero en el sur y el centro del país la situación es devastadora”, declaró Abka Fitz-Henley, ministro de Estado en la Oficina del Primer Ministro.
De acuerdo con Fitz-Henley, el 35% del territorio presenta cortes de electricidad, principalmente en Kingston y la costa sur, donde los vientos y el oleaje superaron los cuatro metros de altura. Unas 6 mil personas permanecen resguardadas en albergues temporales mientras se evalúan los daños.
Un huracán que hace historia
Los expertos coinciden en que el cambio climático ha intensificado este tipo de tormentas. La combinación de temperaturas oceánicas más altas y un movimiento lento convirtió a Melissa en una tormenta “explosiva”.
El NHC alertó que, pese a una leve disminución en su fuerza —de 270 a 265 km/h—, Melissa sigue siendo un ciclón de categoría 5 y mantiene condiciones “extremadamente peligrosas y amenazantes para la vida”.
“No abandonen los refugios mientras el ojo pasa. Los vientos se intensificarán nuevamente”, advirtió el organismo.
Rumbo a Cuba y las Bahamas
El fenómeno continúa su avance hacia el noreste. Los pronósticos indican que Melissa saldrá al mar Caribe esta noche y podría impactar el este de Cuba en la madrugada del miércoles, para luego dirigirse a las Bahamas el jueves.
Las autoridades regionales mantienen alertas rojas y evacuaciones masivas en zonas costeras. En tanto, el gobierno de Jamaica declaró estado de emergencia nacional, mientras equipos de rescate trabajan en la búsqueda de desaparecidos y en el restablecimiento del suministro eléctrico.
El Caribe en alerta máxima
Con tres huracanes de categoría 5 en la misma temporada, los meteorólogos advierten que el Atlántico vive un año sin precedentes.
Melissa no sólo rompió récords de intensidad, sino también de persistencia y volumen de lluvia, consolidándose como un fenómeno que marcará un antes y un después en la historia climática del Caribe.
